Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 444
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Capítulo 444:
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Lo único que sabía era que no podía soportar la idea de que se fuera, y menos con Kellan a su lado.
Allison se detuvo, frunciendo ligeramente el ceño. «¿Necesitas algo?»
Kellan, de pie junto a ella, lanzó una mirada perezosa en dirección a Colton. Su comportamiento seguía siendo tranquilo, pero el peso de su presencia hacía que el aire a su alrededor se sintiera pesado.
«Señor Stevens», dijo Kellan en voz baja, sus palabras medidas. «No estará pensando en molestar a la señorita Clarke, ¿verdad?».
Aunque su tono carecía de cualquier emoción real, el borde sutil de sus palabras fue suficiente para hacer que Colton se sintiera como un niño atrapado en una tormenta.
«No es de su incumbencia, señor Lloyd», dijo Colton, luchando por mantener sus emociones bajo control mientras su mirada se posaba de nuevo en Allison.
Su expresión estaba llena de confusión. «Sólo quería darle las gracias por lo que ha hecho hoy».
Allison permaneció breve, claramente desinteresada en alargar la conversación.
«No hace falta que me des las gracias. Lo hice por Keanu. Ahora, si no hay nada más, ¿podrías hacerte a un lado?».
Se dio la vuelta, dispuesta a marcharse, pero Colton le tendió la mano, intentando detenerla.
«Yo… siento mucho todo lo que pasó antes».
Antes de que pudiera terminar, Melany llegó al lugar, percibiendo de inmediato la tensión que flotaba entre ellos. Su expresión se endureció, los celos brillando en sus ojos.
«¡Colton!» La voz de Melany se quebró de emoción al gritar su nombre.
Su llamada devolvió a Colton a la realidad.
Dejó caer la mano, sabiendo que no podía retener a Allison por más tiempo.
Allison levantó brevemente la mirada y le hizo un suave recordatorio. «Sr. Stevens, no haga esperar a su esposa». Su tono era tranquilo, demostrando que no sentía ningún apego personal por él.
Sin esperar respuesta, se aseguró el casco y se volvió hacia el hombre vestido de forma elegante que estaba a su lado.
«Señor Lloyd, ¿qué le parece si esta noche tomamos otra ruta para volver a casa?».
Kellan sonrió ligeramente. «¿Por qué no? Sus ojos se desviaron hacia la elegante motocicleta. «Si no me equivoco, es un modelo de edición limitada de Neiman Marcus. Muy raro y vale más de dos millones de dólares».
«Tienes buen ojo», replicó Allison, recordando su anterior carrera cara a cara en la que ninguno de los dos pudo adelantarse.
Ambos compartían el amor por la velocidad, ya fuera al volante o en moto.
Con una sonrisa juguetona, le ofreció: «Como agradecimiento por tu ayuda esta noche, ¿qué tal si te llevo a casa?».
Kellan la miró a los ojos y asintió. «Será un honor».
Al encenderse las luces de la calle, su cálido resplandor los bañó a los dos.
La motocicleta rugió mientras se alejaban a toda velocidad bajo el cielo nocturno, dejando atrás el resto del mundo en un emocionante borrón.
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