Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 1252
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Capítulo 1252:
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«¿Estás de broma? Hasta los profesionales con más experiencia tienen problemas con eso, ¡y ella sola!».
Melany y Colton estaban tan atónitos como el resto del público.
Mientras tanto, el miembro del personal ya había corrido hacia el hoyo para confirmar el resultado.
El público se quedó inmóvil, con los ojos fijos en la distancia. Nadie hablaba. El silencio era ensordecedor.
Entonces, Allison volvió la mirada hacia Geltay.
Sus ojos se encontraron. Una sonrisa lenta y cómplice se dibujó en sus labios.
«Sr. Norwood, he ganado».
En ese momento, la mirada de Geltay se ensombreció al cruzar la mirada con Allison. Los demás seguían esperando ansiosos la confirmación, pero él sabía la verdad: ella había hecho un hoyo en uno.
Y, sin embargo, no podía creerlo.
El miembro del personal comprobó el hoyo, luego de repente se enderezó y gritó, con la voz rebosante de emoción: «¡Felicidades, Sra. Clarke! ¡Un hoyo en uno!».
El silencio se apoderó de todo el campo.
Todas las miradas se posaron en Allison, con los ojos muy abiertos por la sorpresa, intentando asimilar lo que acababa de suceder.
Excepto la de Kellan. Su atención había estado puesta en Allison todo el tiempo, y ahora, su sonrisa se ensanchó con un deleite inconfundible. «Allison, parece que todos mis dedos te pertenecen a partir de ahora». Entrelazó sus dedos con los de ella, luego levantó su mano y le dio un beso prolongado.
Sus labios estaban cálidos, su tacto lleno de una pasión que no dejaba lugar a dudas.
Como si fuera una señal, el personal estalló en aplausos.
«¡Felicidades, Sra. Clarke!».
La repentina ola de aplausos fue acompañada por una explosión de música alegre, que llenó todo el campo de golf para celebrar un logro que pocos habían presenciado.
Fue un momento del que la gente hablaría durante años.
El ambiente cambió al instante. Mientras que muchos sonreían ahora, los que se habían burlado de Allison antes se quedaron en un silencio atónito, con el rostro tenso por la vergüenza. Geltay, sin embargo, soltó una risita baja.
«Nunca esperé que fueras tan impresionante». Era realmente arrogante.
Pero, bajo esa actitud, reconocía su derrota sin dudarlo.
Había jugado al golf lo suficiente como para saber que un hoyo en uno no era solo un golpe de suerte. Si Allison lo había conseguido, debía de haber pasado años perfeccionando sus habilidades.
No se trataba de una casualidad.
«Sra. Clarke, es usted muy valiente. No me extraña que Lizzie la dejara negociar conmigo por ella». Su aplauso tenía un aire de finalización. «Sin duda se merece esta asociación».
En cuanto sus manos se detuvieron, los empresarios que lo rodeaban hicieron lo mismo, ansiosos por alinearse con el ganador. «Realmente no esperaba que la Sra. Clarke hiciera un hoyo en uno».
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