Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 1226
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1226:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«¿Qué?».
Mick se quedó paralizado, el peso de la situación lo golpeó con fuerza. Su respiración se aceleró, superficial e irregular.
Mick nunca pensó que alguien notaría las diferencias entre la construcción real y los planos después de tantos años.
«Los planos que tienes son solo ejemplos», explicó, con evidente nerviosismo. «No son los mismos que usó el equipo de construcción. Los planos reales se cambiaron durante la construcción».
Allison entrecerró los ojos y su voz se volvió aguda. «¿De verdad? Entonces, ¿por qué demonios existen estos planos defectuosos?».
A Mick se le hizo un nudo en la garganta mientras luchaba por encontrar una respuesta. Sintió el peso de la verdad presionándolo.
Respiró temblorosamente, dándose cuenta de que ya no había forma de ocultarlo.
«Yo… lo siento. Es culpa mía», admitió con voz apenas firme. Dudó, pero finalmente lo confesó. «La verdad es que hay un sótano bajo la Torre Aröme. Pero alguien no quería que el Grupo Dibya se enterara».
Se apresuró a culpar a otra persona. «Me dijeron que diseñara el sótano y los pasadizos secretos. ¡No fue algo que se me ocurrió a mí! Sr. Morgan, ¡estaba bajo mucha presión y no tenía elección!».
Allison abrió la boca para presionarlo más, pero Fabian la interrumpió con voz fría y plana. «Suficiente. Mick, estás despedido».
La expresión de Fabian se ensombreció mientras miraba por la ventana. «Si quieres evitar cargar con la culpa de esto, tráeme los planos reales. Hazlo ahora».
Fabian no necesitaba indagar más. Ya sabía quién movía los hilos entre bastidores.
Tenía todo claro: el alcalde llevaba semanas apuntando a la Torre Aröme.
Las manos de Mick temblaban mientras se apresuraba a responder. «¡De acuerdo, me pondré a ello de inmediato!».
Cuando terminó la llamada, Fabian exhaló profundamente, tratando de calmarse. «Nunca imaginé que Aröme Tower ocultaría algo así. Es simplemente… repugnante», murmuró para sí mismo.
Miró a Allison, con el ánimo aún decaído. —Sra. Clarke, me aseguraré de que reciba una buena compensación por esto. Gracias por su atenta observación.
Su sonrisa fue educada, pero fría. —Es muy generoso de su parte.
No perdió tiempo. Suavemente, volvió a centrar la conversación en su agenda.
—Hay varios laboratorios de alta tecnología en la Torre Aröme. ¿Sería posible que diéramos un vistazo?
Sonrió, con un tono informal pero sincero. «Aunque mi trabajo se centra principalmente en el perfume, como has visto, también tengo un gran interés por la arquitectura».
«Por supuesto», asintió Fabian sin pensárselo dos veces.
No dudó en confiar en Allison. Se volvió hacia su secretaria y dio una orden sencilla. «Añade las huellas dactilares de la Sra. Clarke al sistema y dale acceso completo».
.
.
.