Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 1193
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Capítulo 1193:
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Sintió una oleada de ansiedad por Allison.
Después de todo, todos sabían que la mafia no debía subestimarse, especialmente ahora que estaban enredados en experimentos con humanos. Sin embargo, Allison mantuvo el rostro impasible mientras miraba a Daniel.
—Te devolveré esas palabras. —Entrecerró los ojos, escudriñando los alrededores detrás de él antes de hablar con indiferencia—. Daniel, probablemente te has hecho muchos enemigos a lo largo de los años. Déjame hacerte un favor hoy.
Daniel la observó con recelo. —¿Qué planeas hacer? —Una repentina sensación de inquietud se apoderó de él.
Allison sonrió, su voz rezumaba falsa amabilidad. —Ya he publicado tu dirección en el tablón de anuncios de Hacker’s World, junto con una recompensa de diez millones de dólares. Puede que tu vida no valga tanto, pero mi tiempo sí.
¿Qué?
Daniel se quedó paralizado, con los ojos muy abiertos, incrédulo.
—¡No te atreverás!
Fue entonces cuando Daniel se dio cuenta de que algo iba terriblemente mal. Inmediatamente dio órdenes a sus subordinados. —¡Bórralo todo, ahora mismo!
«Es inútil». Allison destrozó fríamente su última esperanza. «Nadie puede tocar mi tablón de anuncios en mi mundo».
Miró a Daniel con una mirada gélida. «Sigue escondiéndote en el Castillo Fantasma. Pronto, mucha gente visitará tu «castillo»».
La expresión de Daniel se ensombreció al escuchar las palabras de Allison.
—¡Apaga la red, ahora! —ladró la orden sin dudarlo, al darse cuenta de que había caído directamente en la trampa de Allison.
Al momento siguiente, un anuncio, adornado con pétalos de rosa negros, apareció en la pantalla, todo gracias a la obra de Allison. No solo apareció en su panel de control, sino que todos los hackers también recibieron la notificación del desarrollador.
—Recompensa de diez millones de dólares por la cabeza de Daniel.
Daniel palideció al mirar el mensaje. El deslumbrante titular en rojo era imposible de ignorar.
Su foto ocupaba el centro de la pantalla, flanqueada por su ubicación y la recompensa ofrecida.
El mundo de los hackers estalló en caos.
«¿No es ese Daniel? Pensaba que estaba muerto».
«¿Su vida vale diez millones? Qué broma».
«¡Llevo siglos cazándolo! ¡Que nadie se atreva a reclamarlo!».
«Puedes quedártelo, yo me quedo el dinero».
«¿Alguien está interesado en formar equipo? Hay mercenarios con barcos preparados para ir a la isla».
Lo que realmente sorprendió fue ver una recompensa tan astronómica, sobre todo si la ofrecía el promotor.
Los hackers empezaron a formar equipos rápidamente y sus mensajes inundaron la pantalla.
«¿El Castillo Fantasma? ¡Voy para allá!».
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