Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 1186
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Capítulo 1186:
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«¡Fantástico, lo conseguimos!»
Allison dio a Amya una palmadita en el hombro para animarla.
Al notar las gruesas ojeras de Amya, Allison le habló con suavidad, con un tono que mezclaba preocupación y determinación. «Ve a descansar. Yo me encargo a partir de ahora».
Después de casi un mes de trabajo incesante, ambas estaban completamente agotadas.
—De acuerdo, treinta minutos de sueño —murmuró Amya, frotándose los ojos cansados—. Después de eso, ayudaré a terminar la última parte…
—Eso no será necesario. Descansa primero.
Guiando suavemente a Amya hacia el sofá, Allison se aseguró de que no discutiera más.
—Los pasos finales son manejables.
—De acuerdo, Sra. Clarke. Cuento con usted. Amya, completamente agotada, apenas podía mantener los párpados abiertos.
En poco tiempo, se quedó profundamente dormida en el sofá.
Después de dos días de trabajar sin descanso para ayudar a Allison, Amya cayó en un sueño profundo en cuanto se acostó.
Al verla dormir, Allison no pudo evitar reírse en voz baja.
—Descansa un poco. Te lo mereces.
Allison se levantó en silencio y fue a buscar una manta para Arnya antes de volver a completar la integración final por su cuenta.
Los ágiles dedos de Allison danzaban rápidamente sobre el teclado. Hacker’s World era un programa increíblemente complejo, similar a un delicado bordado en el que un solo error podía deshacer todo el diseño. Después de dos horas de meticuloso esfuerzo, Allison pulsó la tecla Intro con una respiración profunda.
Al instante, la pantalla se quedó en negro y apareció un texto blanco plateado que decía «Hacker’s World».
La aparición de esas palabras indicaba el éxito de la reparación.
Al soltar un largo suspiro de alivio, Allison murmuró: «Por fin está hecho».
El leve zumbido del procesador del ordenador despertó a Amya de su letargo.
Parpadeó ante la pantalla con incredulidad antes de abrazar a Allison con entusiasmo.
«¡Lo hemos conseguido, Sra. Clarke!».
Sus jubilosos vítores llenaron el sótano mientras se sentaba ansiosa frente al ordenador.
«Empiece, Sra. Clarke. Estoy descansada y dispuesta a ayudarla cuando lo necesite».
El programa recién restaurado seguía siendo muy frágil. Para protegerlo, Amya comenzó a supervisar el programa de Allison, preparada para bloquear cualquier amenaza entrante.
«De acuerdo».
Sin dudarlo, Allison inició sesión en Hacker’s World. Al entrar en el mundo virtual holográfico, se equipó, se acomodó en la cápsula de realidad virtual y cerró los ojos en silencio.
Un suave «ding» resonó en su mente momentos después.
Allison abrió los ojos de golpe, revelando un espacio blanco inmaculado con una ventana flotante ante ella. «Bienvenida de nuevo. ¿Confirmar inicio de sesión?».
Ella tocó el botón de confirmar sin dudarlo.
Al instante, el vacío blanco se transformó en una escena realista, aunque Amya brillaba por su ausencia.
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