Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 1131
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Capítulo 1131:
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Sus palabras eran suaves, pero en el fondo sabía que era mentira. Melany sintió una punzada de pánico, pero en secreto se sintió aliviada de que Colton no hubiera descubierto la verdad sobre las acciones.
Cuando había engañado a Keanu y vendido parte de las acciones a Muisvedo con el pretexto de ayudar a Colton, se había quedado con una parte para ella. Aun así, el dinero que había tomado no era ni de lejos suficiente.
Ahora que estaba embarazada, sabía que necesitaba mucho más para asegurarse un futuro cómodo y estable.
Pero Colton ya no le prestaba atención. Se sentó ahogando sus frustraciones en vaso tras vaso de vino antes de levantarse bruscamente, decidido a ir a ver a Allison.
«Lo siento», dijo en voz baja, con una voz inusualmente grave. «No me di cuenta de que Abram era ese tipo de hombre. Siempre confié en ti».
En ese momento, Kellan estaba de pie junto a Allison, con una expresión tranquila pero aguda.
Al escuchar la disculpa de Colton, Kellan dejó escapar una leve sonrisa.
«Señor Stevens», comenzó, con un tono entremezclado de indiferencia, «si realmente confiaba en ella, ¿por qué decidió manejar todo a puerta cerrada?».
Las palabras de Kellan golpearon como un martillo, directas e inquebrantables.
«¿Por qué no puedes ser franco? ¿No se trataba solo de proteger tus propios intereses?», añadió Kellan con la mirada fija.
Colton se quedó paralizado en el acto, incapaz de responder al principio.
Después de un momento, respiró hondo y dijo: «Tienes razón. No lo negaré, tenía mis propias razones egoístas».
Colton notó vagamente las miradas de desprecio que la gente le dirigía. Sin embargo, después de todo lo que había soportado ese día, no creía que un momento más de humillación pudiera molestarle en absoluto.
«La familia Stevens es mi herencia», dijo con tono firme. «También es la culminación de toda la vida de trabajo de mi abuelo. No puedo arriesgarme a sacrificarla».
Sentía que el alcohol lo estaba volviendo más terco de lo habitual.
«Allison, si fueras quien solías ser, entenderías por qué estoy atascado así, ¿verdad?».
Sus pensamientos volvieron a la Allison que conocía.
En aquel entonces, sin importar las decisiones que tomara, ella siempre había estado a su lado. Nunca se quejó ni lo culpó, ni siquiera cuando él la rechazó.
Siempre lo había apoyado sin esperar nada a cambio cuando necesitaba ayuda.
Pero ahora, todo eso parecía un recuerdo lejano.
Allison ladeó ligeramente la cabeza, con la mirada fija en él.
«¿Por qué iba a entender eso?», respondió con voz tranquila pero firme.
Se notaba que Colton probablemente había estado bebiendo mucho.
«Sr. Stevens, para ser sincera, no me importa si me cree o no», continuó. «Después de todo, ahora no es más que un extraño para mí».
La sonrisa de Allison iluminó su rostro. Había estado cogida de la mano de Kellan, y balanceó sus dedos entrelazados mientras sus ojos brillaban con un destello juguetón.
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