Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 1119
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Capítulo 1119:
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Tras acceder a él, Allison empezó a buscar un número.
Grace y Allison habían sido muy unidas. Grace le había prometido a Allison dejarle una página web secreta, una pista de migas de pan digital, por si Allison alguna vez decidía dejar el estudio.
Parecía una especie de juego, como el escondite, pero uno que Allison siempre había sabido que estaba destinado a ser real.
Este era el mundo de Grace, construido a partir de códigos y acertijos.
«Ha pasado un minuto», murmuró en voz baja la secretaria de Fabian, con un tono de duda.
Miró a Fabian, claramente esperando que se acabara el tiempo.
«Espera un poco más. Aún no hemos terminado», dijo Fabian, con voz tranquila en medio de la creciente tensión.
Estaba dispuesto a dejar que esto se desarrollara.
Después de todo, si Allison podía demostrar su inocencia en tres minutos, valdría la pena esperar.
Pero a medida que pasaba un minuto más, la sonrisa de Abram se hizo más amplia. «Sra. Clarke, se lo dije, no hay necesidad de toda esta demora».
Hoyt, agarrándose el dedo vendado, sonrió. «Veamos cómo se escabulle de esto una vez que pasen los tres minutos».
Estaban seguros de su victoria. Todos los testigos habían sido sobornados. ¿Y los diseños anteriores de Allison? O no estaban firmados o habían sido destruidos hacía mucho tiempo.
Así que no tenían nada que temer.
Y una vez que esta pequeña farsa terminara, la reputación tanto de Allison como de Kellan quedaría destrozada sin posibilidad de reparación.
Pero Allison no les prestó atención.
Continuó, imperturbable, con la mirada fija en la pantalla que tenía delante.
Sonó un único pitido.
Entonces, el tono de llamada resonó, estirando el silencio.
Todos contuvieron la respiración, seguros de que la llamada quedaría sin respuesta. Pero al tercer timbre, una voz, lenta y lánguida, respondió: «Allison, cuánto tiempo sin verte. Por fin te acuerdas de mí, ¿eh?».
«¿Allison? Pensé que no me encontrarías», respondió una voz femenina cansada y ronca. Grace sonaba como si acabara de despertar.
«Ni siquiera he dormido bien esta noche. Si tienes algo que decir, hazlo rápido», añadió.
A pesar de su tono aparentemente apresurado, la voz de Grace delataba su auténtica sorpresa. Nunca había imaginado que una broma informal de hace años llevaría a una antigua colega a localizarla. Es más, ¡Allison consiguió encontrar su número!
Al otro lado, Allison, directa como siempre, no perdió el tiempo. «Necesito los datos de diseño del software Time, especialmente la prueba del diseño original».
Su petición fue firme y directa.
«Grace, estoy segura de que los guardaste».
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