La Venganza de la heredera - Capítulo 231
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 231:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
¿Por qué iban allí ahora?
Joey reflexionó por un momento.
¿Podría ser que Wesley estuviera buscando algo de romance con Sandra?
Eso sería encantador.
Hugo maniobró con su equipaje y se colocó en la entrada del hotel.
Tenía el pelo gris y unas ligeras arrugas en el rostro. El gerente del hotel salió y le dio una cálida bienvenida a Hugo.
«Debra nos ha pedido que le preparemos la mejor suite».
Mirando detrás de Hugo, el gerente preguntó: «¿Dónde está su equipo?».
Hugo esbozó una leve sonrisa. «Están absortos en un proyecto de investigación y no han podido acompañarme».
El gerente dijo: «Lo siento, nuestro hotel funciona con un sistema de nombres reales. No puede registrarse por ellos».
«Conozco a Debra desde hace mucho tiempo. ¿No ha recibido las instrucciones de Debra?».
Sandra se quedó fuera del coche, observando atentamente a Hugo y al gerente del hotel.
Como sabía un poco de lectura de labios, entendió su conversación.
Sin embargo, le pareció bastante peculiar.
¿Por qué no podían venir los demás miembros del equipo?
Aunque algo los hubiera retrasado, deberían haber podido presentar sus documentos de identidad.
Si Hugo tenía sus documentos de identidad, el gerente no habría puesto ningún problema.
Wesley se acercó.
Solo disponible en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.ç𝓸𝗺 con lo mejor del romance
El gerente lo vio y la sonrisa de su rostro desapareció al instante.
«Sr. Cooper, Sra. Cooper», dijo el gerente con torpeza.
Sandra dijo: «Prepare una suite para nosotros».
El gerente dudó, ya que todas las suites estaban reservadas para la gente de Hugo por orden de Debra.
—Señora, espere un momento. Otros huéspedes ya han reservado las suites. Si deciden no quedárselas, se las ofreceré a ustedes.
Sandra asintió con la cabeza.
El gerente suspiró aliviado.
Era fácil tratar con ella.
—Ya que tenemos tiempo, ¿por qué no nos enseña el hotel? ¿Dónde está la sala de control? Si está ocupado, iré yo sola.
El gerente empezó a sudar.
Debra le había dicho que Wesley podría venir al hotel ese día, así que había ordenado que se borraran algunas cosas para evitar ser despedido.
Pero entonces Debra le dio de repente instrucciones sobre Hugo.
Estaba muy ocupado.
Ahora habían llegado tanto Hugo como Wesley.
Hugo miró a Sandra, con un destello frío en los ojos.
Le resultaba familiar.
.
.
.