La Venganza de la heredera - Capítulo 229
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 229:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Sandra no quería verlo.
Agkistrodon levantó la mano y sacó una tarjeta. «Hermana, ¿estás buscando a esta persona?».
En la tarjeta había escrito un nombre: Hugo Gibson.
Cuando Sandra vio ese nombre, sus ojos temblaron.
Era evidente que conocía a esa persona.
Agkistrodon sonrió inmediatamente.
«Es el ingeniero jefe de Laumasmar y se aloja en el hotel propiedad de Cooper».
«Hermana, si lo odias, puedo matarlo».
Agkistrodon parecía un niño esperando un elogio.
Sus ojos brillaban y su determinación era inquebrantable.
Sandra preguntó: «Después de matarlo, ¿cuál es tu plan?».
Una sonrisa cruel apareció en el rostro de Agkistrodon.
«Puedo matarlos a todos».
Ya sea el director de Laumasmar o el conserje, ninguno de ellos debería ser perdonado.
La locura brillaba en sus ojos.
«¡Hermana, cualquiera que te enfade debería morir!».
Sandra preguntó: «¿Cuánto tiempo te llevó blanquearlo?».
Agkistrodon se detuvo un momento.
Entonces, una pizca de emoción apareció en sus ojos.
«Hermana, ¿estás preocupada por mí? Todavía te preocupas por mí en tu corazón, ¿por qué lo niegas?».
Sandra estaba molesta.
No te lo pierdas en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.c♡𝓂 sin interrupciones
Se apresuró a explicar: «Lo has malinterpretado. Solo quiero saber cuántos años estarás fuera para poder tener unos días tranquilos».
Agkistrodon respondió: «… ¿Tienes que ser tan despiadada?».
Sandra levantó una ceja. «Cuando hablas de matar, solo es una forma de ponerme a prueba. Agkistrodon, ¿sigues creyendo que eres el mismo niño de antes?».
Agkistrodon se detuvo un momento. «¿Lo sabes todo?».
Sandra no lo percibió como una traición.
Lo consideró algo habitual.
«Agkistrodon, dile que si no me provoca, puedo fingir que no existe.
Pero si realmente me provoca, no me culpes por ser descortés».
Agkistrodon suspiró. «Hermana, ¿puedes darme tres meses?».
«Él me ayudó. Le debo un favor. Hoy vine a recabar información, pero también a verte».
Agkistrodon dio un paso adelante. Sus ojos estaban llenos de esperanza.
«Hermana».
«Agkistrodon».
Wesley llegó e inmediatamente empujó a Sandra detrás de él.
.
.
.