La Venganza de la heredera - Capítulo 155
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Capítulo 155:
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Sandra estaba empezando a molestarse con ellos y deseaba poder echarlos.
Cuando llegaron a la entrada, Philip estaba parado no muy lejos. Su intención era clara: tenía algo que decir.
Según su plan, Sandra estaba ansiosa por formar parte de la familia Hill y se emocionaría al ver a su hermano.
Él había sentido repulsión por Sandra en el pasado, pero ahora estaba dispuesto a hablar con ella.
Sin embargo, Sandra simplemente pasó junto a él, como si ni siquiera lo hubiera visto.
El rostro de Philip se ensombreció.
—¡Sandra!
En ese momento, su buen humor se desvaneció al instante.
Dio unos pasos rápidos y bloqueó directamente el paso a Sandra. Sandra se vio obligada a detenerse y dijo fríamente: —¡Más vale que tengas algo importante que decir!
—¡Soy tu hermano!
—¿Ah, sí? —respondió Sandra con una sonrisa falsa.
Philip se quedó sin palabras por un momento.
Siempre había considerado a Emily su verdadera hermana y nunca había tenido ningún respeto por Sandra.
Con una expresión fría, dijo: «Aunque estés enfadada por haberte sentido rechazada, ya deberías haberte calmado».
Sandra se rió entre dientes. «¿Por qué iba a estar enfadada?».
El rostro de Philip mostró un atisbo de irritación. «¡Si sigues así, los cinco dejaremos de prestarte atención!».
Sandra preguntó: «¿Qué quieres decir?».
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Philip vio que ahora ella estaba dispuesta a hablar, por lo que su tono se suavizó ligeramente.
«Por culpa de lo que hiciste, Ben ha sido reprimido. ¡Tienes que salvar su reputación!».
Sandra nunca antes había percibido ningún defecto en la inteligencia de Philip, pero ahora era testigo de un maníaco delirante.
«¿Por qué crees que iba a hablar en favor de ese bastardo moralmente defectuoso?».
«¿Cómo te atreves a decir eso?».
Sandra puso los ojos en blanco. —¿Quieres que lo repita?
Los espectadores estallaron en carcajadas.
El rostro de Philip se ensombreció. Hierve de rabia, con los pulmones a punto de explotar.
Ahora ansía abofetear a Sandra, enseñarle cómo ser una hermana adecuada.
Sandra se burló: «No deberías haberme pedido ayuda. Pídele a Emily. Ella es una sinvergüenza; ella puede ayudarte».
«¡Tonterías!
¡Emily es solo una joven amable e inocente!».
Sandra adivinó sus pensamientos.
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