La revancha de la increíble exesposa del CEO - Capítulo 554
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 554:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Tessa lo miró fijamente. «¿Por qué te disculpas?».
Él le dedicó una sonrisa avergonzada y señaló vagamente la parte inferior de su cuerpo. «Debes pensar que soy un completo bicho raro, pero es que… cuando estás tan cerca de mí, no puedo evitarlo».
Tessa ladeó la cabeza, sin entenderlo todavía. Entonces, al seguir su mirada hacia abajo, se dio cuenta.
Él intentaba decirle que tenía una erección.
Ella frunció el ceño. Bajó la mirada, buscando alguna prueba visible. Pero o se estaba quedando ciega, o… no había nada.
Y entonces, como si el universo hubiera estado esperando el momento perfecto, la voz de Gendry resonó en su cabeza:
«Bueno, porque es verdad. Tiene un pene diminuto».»
Una carcajada brotó de ella antes de que pudiera detenerla. No era solo una risita, sino una carcajada completa, con la cabeza echada hacia atrás, que se apoderó de todo su cuerpo.
Intentó parar, de verdad que lo intentó, pero cuanto más luchaba, más fuerte se hacía la risa.
Cuando la risa se apagó, volvió a mirar a Kevin y se quedó paralizada. Su expresión estaba llena de confusión y dolor.
«Oh, Dios», jadeó, tapándose la boca con la mano. «Lo siento mucho. Lo siento mucho».
Probablemente pensó que se estaba riendo de él. ¿Cómo podía explicarle que solo se estaba riendo de las palabras de Gendry?
Los labios de Kevin esbozaron una sonrisa forzada. «No pasa nada», dijo, aunque su voz sonaba ligeramente tensa. «Me encanta verte reír, aunque sea a mi costa».
Luego se inclinó hacia ella de nuevo, con la clara intención de besarla, pero esta vez Tessa le puso una mano en el pecho para detenerlo.
Todo lo nuevo en ɴσνє𝓁α𝓼𝟜ƒα𝓷.c♡𝓂
«No». Su voz era suave pero firme. «Lo siento, Kevin. No puedo seguir haciendo esto».
Él frunció el ceño. «¿De qué estás hablando?».
Ella tragó saliva, sintiendo una punzada de culpa en el pecho. «No te mereces esto».
Kevin apretó la mandíbula. «¿Merecer qué?».
Tessa dudó, pero sabía que no podía seguir mintiéndose a sí misma ni a él. «No siento lo mismo», admitió en voz baja. «Eres un chico estupendo. Me encanta pasar tiempo contigo, pero…».
La expresión de Kevin se ensombreció. «Entonces, ¿por qué aceptaste salir conmigo?».
Tessa exhaló, mirando sus manos. —Pensé que cambiaría —dijo con sinceridad—. Pensé que si salíamos, si le daba una oportunidad de verdad, tal vez sentiría algo. Pero no puedo seguir fingiendo.
No podía hacerle eso. ¿Cómo podía estar con él cuando cada minuto pensaba en el contacto de otro hombre?
Kevin permaneció en silencio durante un largo rato. Finalmente, preguntó: «Es él, ¿verdad? Es Gendry».
A Tessa se le cortó la respiración.
Kevin se volvió hacia ella, con la mandíbula apretada. «Tú y Gendry. Había algo entre vosotros en Jamaica, ¿verdad?».
Ella dudó, pero sabía que, como mínimo, le debía sinceridad. «Sí».
Kevin exhaló bruscamente y negó con la cabeza. «Entonces, ¿por qué demonios aceptaste salir conmigo?».
Tessa se mordió el labio. «Porque lo que Gendry y yo teníamos… no significaba nada. Se suponía que solo duraría hasta que terminara la boda».
.
.
.