La revancha de la increíble exesposa del CEO - Capítulo 491
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 491:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Con un grito ahogado, Tessa se apartó bruscamente y, sin dudarlo, le dio una bofetada en la cara. La bofetada le dio con un golpe brutal, haciendo que su cabeza se moviera violentamente hacia un lado.
«¿Cómo te atreves?», dijo ella furiosa, con el pecho subiendo y bajando rápidamente. Le dolía la palma de la mano por el impacto, pero no le importaba. «Sabía que eras un idiota, pero ¿obligarme a besarme? Acabas de demostrar lo repugnante y arrogante que eres».
Gendry se enderezó lentamente, apretando la mandíbula mientras volvía la cabeza para mirarla. Ella podía ver una leve huella de su mano en la mejilla de él, pero su expresión seguía siendo indescifrable. Entonces, con una burla, dijo: «Claro. Porque tú no me estabas agarrando como si mi lengua fuera tu salvavidas».
Las fosas nasales de Tessa se dilataron mientras la furia la invadía. «¿Aferrándome a ti? Yo no…». Se detuvo, soltó un sonido áspero y lo miró con ira. «Me pillaste desprevenida. Me tenías inmovilizada contra ti. Esa fue la única razón por la que no pude apartarme».
La sonrisa burlona de Gendry se desvaneció y su expresión se volvió dura. La estudió, con sus ojos azules oscurecidos por algo indescifrable.
Observó cómo su rostro se retorcía con desdén, cubriéndolo por completo, antes de que ella lanzara su golpe.
—¿De verdad crees que podría sentir algo por alguien como tú? —espetó—. ¿Cómo puedes estar tan equivocado?
Un músculo se tensó en la mandíbula de Gendry. Apretó los puños a los lados.
Tessa no esperó una respuesta. Dio media vuelta y salió furiosa de la cocina, con el corazón latiéndole tan fuerte que ahogaba el sonido de sus propios pasos.
Gendry la vio marcharse, apretando aún más los puños. Se pasó la mano por el pelo, con la frustración ardiéndole en las entrañas. ¿Cómo demonios había dejado que eso sucediera? Nunca debería haberla tocado, nunca debería haber cedido a ese ridículo impulso de besarla.
Sigue leyendo en ɴσνєℓα𝓼𝟜ƒα𝓷.ç𝓸𝗺 con nuevas entregas
Frunció los labios y se presionó la palma de la mano contra la mejilla. La bofetada de Tessa aún le escocía, pero, a pesar de eso, Gendry no se dejaba engañar. Ella también lo había deseado. Lo había sentido en la forma en que sus labios se movían contra los suyos, en la forma en que su cuerpo se fundía con el suyo.
Pero, obviamente, sus prejuicios eran más importantes para ella que la atracción que sentía por él. Nunca lo admitiría porque, para ella, él seguía sin ser lo suficientemente bueno.
Dejando escapar un sonido de frustración, cogió el vaso de zumo de naranja de la encimera y se bebió el resto de un trago, mientras su garganta se movía al tragar. Tessa Miller seguía siendo la misma niña mimada y arrogante que se creía superior a él. Y ahora él le había dado más munición para humillarlo de nuevo.
No.
Apretando los dientes, Gendry golpeó el vaso vacío contra la encimera. Sí, la quería. Ya no podía negarlo. Pero no iba a permitir que eso lo arruinara. Iba a sacarla de su cabeza aunque fuera lo último que hiciera.
Tessa irrumpió en su habitación y cerró la puerta de un portazo. Apoyándose contra ella, se llevó una mano temblorosa al pecho, respirando con dificultad y de forma irregular.
«¿Qué demonios?», susurró, apretando los ojos.
.
.
.