La revancha de la increíble exesposa del CEO - Capítulo 482
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 482:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Bueno, ella se negó a hacerlo.
Si él pensaba que podía desconcertarla con su mirada, estaba muy equivocado. Ella no iba a darle la satisfacción de mirarlo.
Un hombro la empujó suavemente, sacándola de sus pensamientos.
—Tessa —murmuró Kevin, inclinándose ligeramente—. ¿Estabas escuchando?
Tessa se volvió hacia él rápidamente, esbozando una sonrisa brillante. —Por supuesto. Continúa.
Kevin sonrió, tomando su respuesta como un estímulo, y continuó con su chiste. En realidad, ella no entendió la mayor parte. Era algo sobre un camarero, un mono confundido y un malentendido muy desafortunado, pero cuando llegó al remate, las mujeres que los rodeaban estallaron en carcajadas. Tessa echó la cabeza hacia atrás y se rió también, un poco más fuerte de lo necesario.
Ella se estremeció internamente, dándose cuenta de lo ridícula que estaba siendo. Ni siquiera había oído el chiste, y mucho menos lo había encontrado gracioso. A decir verdad, la mayor parte de sus risas de esa noche habían sido fingidas.
Pero sabía que Gendry seguía observándola y quería que él la viera pasándolo bien.
Antes de que pudiera darle vueltas a esa vergonzosa constatación, Maya entró en el centro de la gran cabaña de verano y dio una palmada para llamar la atención de todos.
—¡Muy bien, todos! Prometí que esta boda no tendría ni un solo momento aburrido, y pienso cumplir mi palabra —anunció Maya, con los ojos brillantes de picardía—. Antes de irnos todos a la cama, ¡es hora de jugar!
Unos murmullos de emoción recorrieron el grupo.
—¿Qué tipo de juego? —preguntó alguien.
La sonrisa de Maya se amplió. «Girar la botella. Edición verdad o reto».
Úʟᴛιмαѕ иσνᴇʟαs en ɴσνєʟαѕ4ƒαɴ.ç𝓸m
Las chicas vitorearon, mientras que la mayoría de los chicos gruñeron y pusieron los ojos en blanco.
«¿En serio?», se burló Abel, uno de los amigos de Jace. «¿Verdad o reto? ¿Qué somos, unos adolescentes de dieciséis años?».
Maya lo miró con ira. —En primer lugar, he dicho «gira la botella: verdad o reto».
Abel puso los ojos en blanco. —Decir «reto» en lugar de «desafío» no cambia nada.
Maya se puso las manos en las caderas. —Si no te apetece jugar, no tienes por qué hacerlo.
Refunfuñando entre dientes, los hombres siguieron a las emocionadas mujeres y formaron un círculo en el suelo. Tessa se sentó junto a Kevin, pero enseguida se dio cuenta de que el sitio que había elegido la colocaba justo enfrente de Gendry.
Perfecto.
Como si no estuviera ya harta de él.
Cuando sus ojos se encontraron de nuevo, esta vez no apartó la mirada.
Si él quería mirarla fijamente, muy bien. Ella le devolvería la mirada.
Sus miradas se cruzaron, silenciosas e inquebrantables. Ya no era solo contacto visual; era una batalla de voluntades, un enfrentamiento silencioso.
Tessa se negó a parpadear primero.
Entonces, justo cuando pensaba que ninguno de los dos iba a ceder, una pizca de diversión brilló en la expresión de Gendry antes de que finalmente rompiera el duelo de miradas y apartara la vista.
.
.
.