La revancha de la increíble exesposa del CEO - Capítulo 242
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 242:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«Sí».
«Thalassa, ¿estás segura de que encontrarás las pruebas aquí?», preguntó Luisa con escepticismo a través del auricular.
«Estoy segura», respondió Thalassa.
Años atrás, cuando Thalassa aún era ingenua y ansiaba ganarse la aprobación de Linda, se había ofrecido a limpiar la habitación de Linda después de que la criada encargada de esa tarea se cayera y se lesionara. Thalassa pensó que hacerlo impresionaría a Linda y le demostraría su dedicación.
Después de limpiar el dormitorio, pasó al cuarto de baño. Justo cuando salía, vio a Linda de pie junto a la pared de su dormitorio, cerrando una caja fuerte oculta empotrada en ella. Después de cerrar la caja fuerte, Linda dio dos golpecitos en la pared y el espacio se selló de forma tan perfecta que parecía una pared normal. Nadie sabría que allí había una caja fuerte oculta.
Cuando Linda vio a Thalassa, se enfureció, le preguntó qué hacía allí y la acusó de espiarla. Thalassa le explicó que solo estaba limpiando, pero Linda la echó, advirtiéndole que no volviera nunca más a la habitación y que no le contara a nadie lo que había visto, porque la culparía si le robaban el dinero.
En aquel momento, Thalassa no le dio mucha importancia a la caja fuerte, creyendo sinceramente que solo había dinero en ella. Pero ahora estaba más que segura de que contenía las pruebas incriminatorias que Linda había mantenido ocultas.
Por eso Linda había hecho todo lo posible por ocultar la caja fuerte en la pared, a pesar de que estaba protegida con una contraseña.
En el presente, Thalassa sacó un pequeño dispositivo maestro capaz de abrir cualquier caja fuerte. Le había costado una fortuna, más de 250 millones, debido a su gran potencia. A continuación, sacó su teléfono y encendió la linterna.
—¿La has abierto? —preguntó Luisa con ansiedad—. Las luces volverán pronto, así que date prisa.
Explora más historias en ɴσνєʟα𝓼4ƒα𝓷.ç0m
—Ya estoy en ello —respondió Thalassa.
Al dirigir la luz hacia la pared donde recordaba que estaba la caja fuerte, se quedó paralizada al ver lo que había allí.
La caja fuerte ya había sido abierta. Thalassa pudo ver que había sido abierta hacía poco. Quienquiera que la hubiera abierto tenía tanta prisa que se olvidó de cerrarla.
—Luisa… está vacía. Todas las pruebas han desaparecido.
En ese momento, la puerta de la habitación se abrió de golpe.
«¿Qué está vacío?».
Thalassa dio un grito ahogado y se giró al oír la voz familiar. Su corazón dio un vuelco cuando la luz de su teléfono iluminó el rostro de Kris.
«Kris», susurró Thalassa, con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho.
Kris se acercó lentamente a ella, con una expresión de absoluta desolación mientras la miraba. «Debería haber sabido que esto era demasiado bueno para ser verdad».
Se le cortó la respiración y sintió un dolor punzante en el corazón, como si fuera a implosionar. Quería creer que sus ojos le engañaban, pero la prueba estaba justo delante de él.
.
.
.