La revancha de la increíble exesposa del CEO - Capítulo 172
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 172:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Ella se acercó, mirándolo fijamente a los ojos mientras le daba el golpe final. «Bueno, ¿sabes qué? Ahora soy yo la que no quiere tu esencia sobre mí. Me repugnas».
Sus palabras lo golpearon como un puñetazo en el estómago, una bofetada en la cara y un cuchillo en el corazón, dejándolo sin palabras y sangrando de culpa. Abrió la boca para hablar, pero no le salieron las palabras.
Pensó que Thalassa iba a empujarlo, pero ella lo sorprendió al quitarle la venda y el cabestrillo de la mano. Con una expresión fría, le envolvió el hombro y el torso con la venda antes de levantarle el brazo para colocarle el cabestrillo.
Aunque su mano rozó su piel desnuda, su tacto le pareció aún más impersonal que el de las enfermeras del hospital.
Una vez que terminó, dio un paso atrás y preguntó con voz monótona: «¿Algo más?».
Kris tragó saliva con dificultad, tratando de formular una respuesta, pero ella lo interrumpió antes de que pudiera decir nada.
«Si no necesitas nada más, me gustaría que me dejaran sola ahora».
Con los hombros caídos, Kris asintió lentamente y, sin decir otra palabra, salió de la habitación. La puerta se cerró detrás de él con un clic.
Mucho tiempo después de que ella cerrara la puerta, Kris seguía de pie en el pasillo, sintiéndose aplastado por el peso de toda la culpa que lo oprimía.
Joder, realmente la había herido. ¿Cómo iba a compensarla?
El sonido de su teléfono despertó a Kris de golpe. Gruñendo, se movió ligeramente y lo cogió de la mesita de noche. Se quedó paralizado cuando vio quién llamaba: era su madre.
Kris se quedó mirando el teléfono durante varios segundos antes de tirarlo a la cama junto a él, sin contestar. Volvió a sonar, pero él se limitó a mirar hasta que dejó de hacerlo. Luego se hundió en la almohada con un suspiro. Sabía que tarde o temprano tendría que hablar con su madre.
Solo disponible en ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.c🍩𝗺 disponible 24/7
Al recordar el día de la entrega de los premios de moda, cuando la acusó de estar detrás del sabotaje, la culpa le retorció el estómago.
Ella había dicho la verdad, que no tenía nada que ver con eso, y sin embargo él se había negado a creerla y le había dicho todas esas cosas horribles.
Le debía una gran disculpa por haber pensado lo peor, pero lo haría más tarde. En ese momento, su único objetivo era recuperar a Thalassa.
Al recordar la conversación de la noche anterior, la culpa lo consumía. Había visto el dolor mezclado con ira en sus ojos, el dolor que él le había causado.
Dios, tenía tanto que compensarle. No sabía cuánto tiempo le iba a llevar, pero no iba a parar hasta que todas esas heridas se curaran y ella volviera a confiar en él con todo su corazón.
Se levantó de la cama, se quitó el cabestrillo y la venda y se dirigió al baño para asearse. Le dolía menos el brazo que el día anterior, pero eso no le ayudaba a dormir mejor cuando no podía dejar de pensar en Thalassa.
Una vez que terminó de asearse y se puso una camiseta y unos pantalones cortos, Luisa vino a ver cómo estaba y le ayudó a ponerse el vendaje y el cabestrillo antes de irse a preparar el desayuno.
.
.
.