La novia más afortunada - Capítulo 2144
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Capítulo 2144:
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Janet instintivamente se protegió el vientre y miró a Alexandra con cautela. Gritó angustiada: «¡No te atrevas! Este es el hospital de Brandon. ¡No puedes llevarme!».
Al oír esto, Alexandra se burló: «¿Y qué? ¿Brandon cree que puede detenerme? ¡Sigue soñando! Hoy te llevaré. Nadie puede interponerse en mi camino».
«Estás loca. Alexandra, ¡has perdido completamente la cabeza!». Janet miró con miedo al hombre que tenía delante, dándose cuenta de que se había vuelto loco.
«Pero…». Alexandra entrecerró los ojos al mirar con repugnancia el abultado vientre de Janet. «Tu vientre me molesta. No quiero verlo. No te preocupes. Antes de llevarte, me aseguraré de deshacerme de ti y del hijo de Brandon».
Las emociones de Janet se intensificaron con un pánico abrumador. Instintivamente, miró hacia la puerta, esperando desesperadamente que Brandon irrumpiera para salvarla a ella y a su hijo.
Alexandra se dio cuenta de la mirada de Janet y adivinó lo que estaba pensando. Se rió entre dientes y le preguntó en tono burlón: «¿Qué estás mirando? ¿Estás esperando a que Brandon venga a rescatarte?».
Janet se obligó a mantener la compostura y respondió con determinación: «Brandon vendrá a salvarme sin duda».
La sonrisa de Alexandra se volvió más sombría. —Qué pena, te vas a llevar una decepción. Brandon no va a venir.
El corazón de Janet dio un vuelco. ¿Había descubierto Alexandra su plan y había encontrado la manera de mantener alejado a Brandon?
Pero Janet descartó rápidamente esa idea. Era imposible. Para Brandon, ella y el niño eran lo más importante. Pasara lo que pasara, no los abandonaría.
Al darse cuenta de ello, Janet se obligó a mantener la calma, tratando de ganar tiempo.
Cuando Alexandra se acercó, Janet comenzó a temblar de miedo, aunque trató de mantener la compostura. Frunció el ceño y dijo: «No te acerques más. Aléjate de mí. No soporto tu olor. Si me haces vomitar, toda la habitación apestará».
Alexandra frunció el ceño con disgusto y se detuvo.
Janet suspiró aliviada.
En ese momento, Alexandra se volvió hacia la ventana y la abrió. Luego miró a Janet con una sonrisa siniestra. «Puedo abrir la ventana para que entre aire fresco».
Después de decir eso, Alexandra volvió a caminar hacia Janet.
Janet sintió un miedo abrumador y su intento de mantener la compostura se derrumbó en ese momento. Gritó: «¡No te acerques más! ¡Aléjate de mí!».
Alexandra soltó una risa espeluznante. «He esperado tanto tiempo. No puedo esperar más. Una vez que este niño haya desaparecido, por fin podremos ser felices juntos».
Su mirada volvió a posarse en el vientre de Janet. Le preguntó con un tono escalofriante: «¿Cómo quieres deshacerte de este niño?».
Janet se asustó aún más y negó con la cabeza frenéticamente. «No… Por favor, no lo hagas…».
Al ver la expresión de miedo de Janet, Alexandra se sintió aún más satisfecha. —Me gustas mucho, así que estoy dispuesta a mimarte y dejarte elegir cómo quieres deshacerte de este niño. Adelante, dímelo.
Janet estaba a punto de derrumbarse. Solo ver la sonrisa de Alexandra le provocaba escalofríos. Volvió a mirar hacia la puerta, pero seguía cerrada.
Apretó los dientes para calmarse. Luego, desafiando el miedo, preguntó: «Entonces, al menos deberías decirme cuáles son los diferentes métodos de aborto».
Tras una breve pausa, Alexandra sonrió con frialdad. «No vas a rendirte, ¿verdad? ¿Estás intentando ganar tiempo para que Brandon te salve? Por desgracia, Brandon no es tan inteligente como yo. Ya ha fracasado».
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