La Novia Fugitiva y el Magnate Misterioso - Capítulo 348
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 348:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
A pesar de sus palabras, Hobson sonrió y preguntó: «¿Voy a tener pronto un bisnieto?».
Celia estaba demasiado avergonzada y no sabía qué decir.
Tyson la tomó en sus brazos y sonrió impotente mientras observaba cómo se desarrollaba la situación. «No te preocupes, abuelo. Cece y yo nos llevamos muy bien. En algún momento, sin duda, formaremos una familia».
En cuanto Celia oyó esto, bajó la cabeza.
No pudo evitar pensar que ella y Tyson nunca habían tenido intimidad. No entendía cómo podían tener un hijo.
Hobson, aliviado por las palabras de Tyson, no se dio cuenta de lo que estaba pensando Celia. Él los acompañó personalmente abajo para desayunar.
El personal ya había preparado el desayuno. Danilo, Rosalie, Mack y Doreen los estaban esperando a los tres.
Rosalie levantó la cabeza y evaluó a Celia. Frunció el ceño y dijo: «Cece, ¿por qué aún no te han enseñado las reglas de la familia Shaw? No entiendo por qué has bajado en ese estado. Las mujeres de la familia Shaw siempre deben…
«Llevar un aspecto impecable, con un toque de maquillaje, vestir decentemente y mantener un comportamiento digno. ¿Qué te da el descaro de actuar así?».
Celia se sorprendió cuando Rosalie, que apenas había hablado con ella el día anterior, la reprendió ahora. Miró a Tyson conmocionada e incómoda.
Tyson estaba listo para hablar, pero Hobson intervino primero. —Es la primera vez que está con los Shaw. ¿Dónde habrá aprendido las reglas? —Miró a Rosalie y añadió—: No veo ningún problema en que Cece sea así. La verdad es que me gusta así.
Rosalie se quedó en silencio.
Danilo intervino rápidamente, tratando de aliviar la tensión. —Deja de enfadarte, papá. Es muy probable que Tyson y Cece estén hambrientos. Por favor, siéntate y disfruta de tu desayuno. Tyson frunció el ceño mientras miraba a Rosalie con furia.
Recordó que, cuando su madre estaba viva, Rosalie le había hecho la vida imposible a escondidas. Parecía que tenía la intención de hacer lo mismo con Celia. Después de todos estos años, no había cambiado ni un ápice.
Pero Tyson ya no era el niño indefenso que dependía de los demás para que lo cuidaran. No toleraría que Rosalie tratara a Celia como había tratado a su madre.
Al pensar en su madre, el resentimiento de Tyson hacia Rosalie creció.
Despreciaba a los miembros de la familia Shaw que habían hecho daño a su madre.
Rosalie se sentía inexplicablemente nerviosa cuando se encontraba con la fría mirada de Tyson. En una ocasión había pensado que, como hijo ilegítimo, Tyson ya no representaba ninguna amenaza para ella después de haber sido expulsado de la casa de la familia Shaw. Pero ahora, parecía que Hobson todavía se preocupaba profundamente por Tyson. Incluso mostraba gran preocupación por la esposa de Tyson.
La sensación de crisis golpeó a Rosalie una vez más, temiendo que Tyson pudiera amenazar la posición de Mack en la familia Shaw.
Sin embargo, no podía hacer nada contra Hobson. Sus trucos no eran nada comparados con su influencia. Así que solo podía esperar que regresara pronto al extranjero.
Sin la presencia de Hobson, tendría la oportunidad de encontrar innumerables formas de castigar a Tyson y a su esposa.
Rosalie apartó la mirada en silencio, evitando el contacto visual con Tyson.
Todos empezaron a desayunar. Como de costumbre, Hobson charlaba con Tyson y Celia. Doreen intentó unirse a la conversación varias veces, pero le costaba intervenir.
Recordando la humillación que había sufrido el día anterior, Doreen no pudo evitar sentir un poco de envidia. Miró a Celia y a Tyson y se burló. «Algunas chicas de pueblo siempre sueñan con convertirse en princesas. Ayer iban vestidas con ropa andrajosa. Pero hoy se han puesto ropa decente. ¿De verdad creen que eso las convertirá en nobles?».
.
.
.