La Luna de Miel - Capítulo 620
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 620:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
La expresión de Milton se suavizó ligeramente.
Aun así, seguía molesto. «No lo necesito. No tenías por qué haberte molestado tanto por mí».
Sacó a Candice de la villa e hizo una señal al conductor que esperaba en la puerta.
—Quédate aquí. Enviaré a alguien a recoger las pruebas y las traerá a Ploville. Dame las llaves del coche. Me la llevaré.
El conductor respondió apresuradamente: —Entendido, señor López.
Le entregó respetuosamente el teléfono a Milton y dijo: —Señor López, su teléfono está cargado. ¿Quiere usarlo?».
«De acuerdo». Milton aceptó el teléfono con una mano y lo encendió mientras sujetaba firmemente a Candice con la otra. Candice intentó liberarse varias veces, pero él la sujetaba con demasiada fuerza. No tenía forma de escapar.
Mientras Milton hacía una llamada para organizar los detalles necesarios, empujó a Candice con fuerza dentro del coche.
Después de cerrar la puerta de un portazo, se acomodó en el asiento del conductor, arrancó el motor y pisó con fuerza el acelerador.
Candice se agarró con fuerza al cinturón de seguridad y preguntó: «¿Adónde vamos?».
Milton permaneció en silencio, conduciendo por la sinuosa carretera de montaña sin decir una palabra.
La curiosidad pudo más que Candice, así que volvió a preguntar: «¿Adónde vamos? No quiero ir al Vital Hotel contigo, tengo que volver a Ploville. Se acerca el juicio y tengo muchas cosas que preparar».
Milton le dirigió una mirada fría y respondió: «Vamos al aeropuerto. Ya he reservado un avión privado. ¿Por qué iba a llevarte a un hotel en pleno día?».
«Ah», murmuró Candice, bajando la cabeza tímidamente. Se dio cuenta de que había pensado demasiado.
No era de extrañar que le hubiera parecido oírle mencionar una reserva de vuelo cuando estaba hablando por teléfono.
Milton condujo por Coving Mountain, dirigiéndose directamente al aeropuerto de Wenkin City.
Tu novela favorita continúa en ɴσνєℓα𝓼4ƒ𝒶𝓷.𝒸ø𝗺 disponible 24/7
Al entrar en el centro de la ciudad, Candice sintió de repente un líquido caliente fluyendo entre sus piernas.
Asustada, cerró rápidamente las piernas. ¡Oh, no! ¡Le había bajado la regla antes de tiempo y no había traído compresas!
Al mirar por la ventana, se dio cuenta de que estaban pasando por el centro de la ciudad, con numerosas tiendas a su alrededor, incluidas tiendas de conveniencia.
Mordiéndose el labio, soltó: —¿Puedes parar? Hay una tienda de conveniencia más adelante. Necesito comprar algo.
Instintivamente, Milton pisó el freno para reducir la velocidad del coche y se detuvo frente a una tienda de conveniencia de tamaño mediano al lado de la carretera.
«¿Qué pasa?», preguntó, volviéndose para mirar a Candice.
En cuanto Candice se movió ligeramente, sintió que le salía más líquido caliente, lo que la dejó incapaz de moverse.
¿Qué debía hacer ahora? Le resultaba difícil explicarle la situación en la que se encontraba. Había pensado comprar compresas, pero ahora parecía imposible. Pero si no hacía nada, sus pantalones se…
.
.
.
Nota de Tac-K: Tengan una muy agradable tarde queridas personitas. Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥
.