La Luna de Miel - Capítulo 599
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Capítulo 599:
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En lo más profundo de su ser, Candice sentía cómo la ira y los celos bullían en su interior. Era una sensación nueva, diferente a todo lo que había experimentado al ver a Greyson y Madilyn juntos. Su enamoramiento por Milton la había cegado, ¡y ahora lo único que deseaba era alejarse de él!
En medio de sus cavilaciones, su teléfono sonó dos veces.
Era un mensaje de WhatsApp.
Incapaz de resistirse, cogió el teléfono y vio que el remitente era Milton.
«Dime dónde estás ahora mismo. ¡No puedes imaginar las consecuencias de provocarme!».
El mensaje le hizo saltar las alarmas, sus palabras rezumaban intimidación.
Candice frunció los labios. ¡Era tan típico de él!
Sin embargo, unos instantes después, llegó otro mensaje de Milton, con un tono más suave.
«Temo por tu seguridad. Por favor, no me hagas preocuparme. Dime dónde estás».
Una emoción se apoderó de Candice y, sucumbiendo a su subconsciente, respondió: «Estoy bien. No te preocupes por mí. Nos vemos mañana en Ploville».
Después de enviar el mensaje, volvió a guardar el teléfono en el bolso y lo silenció.
No quería caer en la tentación de leer sus mensajes y arriesgarse a revelar su paradero, lo que podría llevarla a pasar la noche en el Vital Hotel y sufrir las consecuencias que ello acarrearía. Un rubor tiñó sus mejillas al imaginar esa situación.
Respiró hondo, recuperó la compostura y reanudó la búsqueda. La casa tenía dos plantas amplias y estaba segura de que no había sótano.
Su búsqueda inicial en la primera planta no dio ningún resultado, lo que la llevó a subir a la segunda y realizar una búsqueda minuciosa. Aunque se topó con ropa de dormir de mujer, medias, bikinis, artículos de ducha y diversos utensilios, nada le pareció significativo. No había rastro de equipos de vigilancia en el recinto. No pudo evitar sentirse decepcionada.
¿Se había equivocado todo el tiempo? ¿De verdad no había nada que encontrar?
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Al volver a la primera planta, miró su reloj.
Se le acababa el tiempo.
Debería llamar a un taxi y marcharse del complejo.
Sin embargo, no podía rendirse. Su intuición rara vez le fallaba. Si Corless llevaba chicas a este complejo con regularidad, ¡tenía que haber pruebas en algún sitio! Después del incidente, había aparecido la policía, pero solo había hecho un registro superficial. Aunque registraron la casa, quizá no lo hicieron tan a fondo como ella.
¿Qué se le había pasado por alto?
¡No podía volver con las manos vacías!
Si lo hacía, el próximo juicio se inclinaría en contra de Belinda y todos sus esfuerzos anteriores habrían sido en vano.
Si dejaba escapar a Corless ahora, probablemente no tendría otra oportunidad de enfrentarse a él y a Cathy en mucho tiempo.
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