La Luna de Miel - Capítulo 570
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 570:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Siempre había sido estricta consigo misma. Cuando conocía a personas fuertes, se volvía más fuerte, y cuando conocía a personas débiles, les mostraba misericordia. Sin embargo, cuando se trataba de Milton, cedía ante él una y otra vez. No parecía ella misma. Recordó lo que le había dicho Wendell, su psicólogo:
«Es difícil curar el trastorno de estrés postraumático. Estos trastornos tardan mucho tiempo en sanar. Ahora hemos descubierto que hay luz en tu vida. Tienes a alguien que puede darte el calor que necesitas para curarte. Deberías acercarte a él, confiar en él y depender de él».
Acurrucada en los brazos de Milton, Candice sonrió con amargura.
¿Acercarme a él, confiar en él y depender de él?
Quizás estaba tratando su enfermedad con veneno.
Cerró los ojos y escuchó los fuertes latidos del corazón de Milton. Parecían tener un efecto hipnótico sobre ella. O quizás aún quedaban residuos de la droga en su organismo desde la noche anterior. En cualquier caso, ya no temblaba y volvió a dormirse tranquilamente en sus brazos.
Cuando Candice se despertó, vio que ya era por la tarde.
Se incorporó y se sintió mucho mejor que antes.
Al bajar la vista, se dio cuenta de que llevaba un precioso camisón de seda que le llegaba hasta las piernas. Milton incluso le había ayudado a ponerse la ropa interior.
No pudo evitar sonrojarse.
Estiró las manos y las observó, dándose cuenta de que solo temblaban ligeramente. Estaba claro que se estaba recuperando de la recaída de su enfermedad.
Al levantarse de la cama, encontró en el armario la medicina que le había recetado su psicólogo Wendell.
El médico le había aconsejado que dejara de tomarlos durante un tiempo.
Pero, teniendo en cuenta su reciente recaída, decidió volver a tomarlos durante un tiempo. Por experiencia, sabía que era habitual tener recaídas consecutivas en un periodo corto y tenía asuntos importantes que atender, entre ellos el caso de Corless. No podía permitirse estar débil ni cometer errores en momentos cruciales.
Se sirvió un vaso de agua y se tomó la pastilla.
𝑆𝒾𝑔𝓊𝑒 𝓁𝑒𝓎𝑒𝓃𝒹𝑜 𝑒𝓃 ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.ç◦𝓂 para seguir disfrutando
Luego abrió la puerta y se dirigió a la sala de estar. Supuso que, como ya era por la tarde, Milton se habría marchado. Su plan era cambiarse de ropa e ir al bufete.
Mientras bajaba las escaleras, oyó a alguien hablando por teléfono.
Se sorprendió. ¿No se había marchado Milton? Siguiendo la voz, vio a Milton de pie cerca de la ventana, de espaldas a ella, absorto en su conversación.
—¿Qué has averiguado sobre lo que te pedí que investigaras? —preguntó en tono serio.
—¿Está muerta? ¿Y su familia ha aceptado la indemnización sin poner ninguna objeción? ¿Entonces el accidente de coche fue uno normal? —Milton parecía escéptico—. Te has asegurado de que el conductor del camión no tenía ninguna relación previa con Corless, ¿verdad? ¿Estás completamente seguro?
.
.
.