La Luna de Miel - Capítulo 478
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Capítulo 478:
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Esa noche, Erica dijo: «Solo diré que las manos limpias no necesitan lavarse. Pero si crees que lo hice, créelo. He terminado aquí. ¿Entiendes lo que intento decirte?».
Al oír esas palabras, Candice sintió que se le rompía el corazón.
Hizo todo lo posible por contener las lágrimas en ese momento.
«Sra. López, no se preocupe. Nuestra relación ahora es estrictamente profesional. Le prometo que haré todo lo posible para llevar a cabo a la perfección los casos que me ha confiado».
Erica miró a Candice y dijo: «No olvides lo que has dicho. Soy consciente de lo competente que eres en tu trabajo y quiero seguir contando contigo en el futuro». Hizo una pausa y, de repente, añadió: «Eres igual que tu madre».
Después de decir eso, Erica se marchó. Su paso, antes ligero y juvenil, se volvió pesado y cansado.
Aunque no podía soportarlo, murmuró algo duro de todos modos. Solo deseaba que la familia López viviera sin otro escándalo negativo.
La familia López siempre había sido muy cariñosa. Erica y su marido habían sido heridos por el amor. Sus vidas estaban marcadas por el sufrimiento. La idea de que su único hijo se volviera contra su padre era insoportable. No en su mundo.
En su interior, Erica sentía remordimientos por Candice. Al fin y al cabo, Candice era hija de Corrine.
Las lágrimas brotaron de sus ojos mientras se alejaba tambaleándose.
Cuando Erica se marchó, Candice perdió toda su fuerza de voluntad y se rindió. Dio un paso atrás y se apoyó en la barandilla, con aspecto agotado.
No conocía los detalles de la tragedia a la que Erica aludía y que involucraba a la familia López, pero Erica había dejado claras sus intenciones.
Sería demasiado desvergonzada si no entendiera firmemente su propia posición.
Le dolía el corazón. Luchando por recuperar el aliento, se apoyó en la barandilla. Le dolía tanto que sentía como si le hubieran arrancado el corazón del pecho.
Candice llamó a un taxi para ir a la nueva oficina del bufete Hope Law Firm, en el edificio subsidiario de la sede de Royal Garden Corporation. Al salir del taxi, todavía se sentía aturdida.
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Levantó la cabeza y miró hacia el alto edificio, una de las muchas propiedades de Royal Garden Corporation. Por un momento, se quedó paralizada.
La deslumbrante luz del sol le impedía abrir los ojos del todo.
Pensó que la familia López era como ese rascacielos: sagrada e inalcanzable, una presencia de la que no era digna de acercarse.
¿En qué estaba soñando?
No queriendo que sus compañeros la vieran distraída, se recompuso, respiró hondo y se dirigió a su trabajo.
La nueva oficina era mucho más lujosa y magnífica que la anterior. Las habitaciones estaban decoradas con mucho gusto y las vistas a la montaña eran impresionantes.
Hope Law Firm era uno de los mejores bufetes de abogados de la zona.
Nadie en la oficina había visto a Candice en un mes.
Cuando la vieron, compartieron un entendimiento tácito y no mencionaron lo que había sucedido. Simplemente le sonrieron y la saludaron.
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