La Luna de Miel - Capítulo 467
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Capítulo 467:
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Se levantó e intentó recoger la ropa esparcida por el suelo. Sabía que no podía quedarse cerca de ella o perdería todo el control. Apretó los puños y la tela de su camisa casi se desgarró entre sus dedos.
Candice lo miró con una punzada de compasión.
Actuando por impulso, extendió la mano y lo atrajo hacia sí.
Sonrojada, le susurró: «Sé delicado».
La mirada de Milton se cruzó con la de ella, con expresión de asombro en el rostro. Su consentimiento amenazaba con romper los últimos vestigios de su autocontrol.
Y así, su compostura se derrumbó.
La habitación resonó con sonidos de pasión.
Él fue extremadamente tierno, cuidadoso de no causarle ningún dolor. Su tierno acto amoroso no solo los acercó más, sino que también les permitió deleitarse en la felicidad compartida.
En medio de la pasión, su racionalidad restante prevaleció. Recordó la advertencia del médico: ella necesitaba tiempo para recuperarse y no debía quedarse embarazada en los siguientes seis meses.
Agotado pero satisfecho, se permitió relajarse. Sus labios, temblorosos por la intensidad de su encuentro amoroso, buscaron los de ella repetidamente hasta que su corazón se calmó. Solo entonces la soltó y se tumbó a su lado.
Candice se apartó de él, sentándose en el borde de la cama.
A medida que su ardor se apagaba, la invadió el arrepentimiento.
Buscó la manta y se envolvió en su calor.
Una repentina punzada de tristeza la invadió.
Él deseaba su cuerpo, pero no quería tener un hijo suyo. Había tenido la precaución de retirarse en el momento culminante, por miedo a otro embarazo.
Pero ¿y ella? Lo había olvidado todo, lo había abrazado con todo su ser, había soportado sus caricias e incluso las había acogido con agrado.
Se sentía degradada. Al intentar evitarle el dolor, se había humillado a sí misma. Al final, lo único que él quería era placer físico.
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Candice se preguntó si solo era un juguete en el corazón de Milton. ¿Acaso pensaba que no merecía ser la madre de su hijo? ¿Pensaba que no era digna de formar parte de la familia López?
Como ella había retirado la demanda, él ya no tenía que preocuparse por que su imagen quedara arruinada o por que las acciones de Royal Garden Corporation se desplomaran. Ya no necesitaba utilizar su matrimonio como excusa. Ahora reclamaba su cuerpo como bien entendía. Cuando se cansara de ella, nunca volvería a necesitarla.
Se sentía tan tonta. Una vez se enamoró de Greyson y le entregó su corazón. Cuando él se lo rompió, tuvo que pasar por un infierno para recomponerlo.
Ahora, no solo había vuelto a entregar su corazón voluntariamente, sino que también había entregado su cuerpo.
En ese momento, Milton yacía junto a Candice, que le daba la espalda. No tenía ni idea de lo que estaba pensando. Se giró hacia un lado y la rodeó con un brazo por la cintura.
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