La Luna de Miel - Capítulo 263
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 263:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Candice no podía creer lo que oía cuando escuchó el comentario adicional de Milton.
¿No creía que ya había dado una idea equivocada a Bettina y Jarrod con su primer comentario? ¿Ahora les decía que tampoco había dormido mucho la noche anterior?
Bettina se mordió la lengua para no gritar.
Miró a Candice con ira, sin poder creer que su mejor amiga siguiera decidida a no decirle nada.
Jarrod también permaneció en silencio.
Una hora más tarde, llegaron al club de golf Vinson.
Milton se sentía completamente renovado tras la buena siesta que había echado durante el viaje.
Acompañó a Candice y Bettina al club y luego fue a ayudarles a solicitar la membresía especial. Su firma era necesaria en todos los documentos.
En la sala de entrenamiento del club solía haber dos juegos de equipamiento disponibles para que dos grupos de invitados distinguidos pudieran practicar o competir simultáneamente.
Candice y Bettina acababan de entrar en la sala de entrenamiento cuando se encontraron inesperadamente con unos hombres molestos.
¡Eran Cathy, de Warren Building Materials, y Alta, de Brenton Wood, otra vez!
¿Qué demonios? Candice y Bettina se vieron sorprendidas. No esperaban encontrarse con ellas de nuevo. Era como si las estuvieran siguiendo a todas partes.
Sin embargo, esta vez, Cathy y Alta parecían estar acompañadas por un hombre.
Bettina maldijo entre dientes: «¡Qué demonios! Estas zorras me han arruinado el humor».
Encuentra capítulos nuevos en ɴσνєʟα𝓼𝟜ƒα𝓷.ç𝓸𝓂
Candice entrecerró los ojos y reconoció al hombre que acompañaba a Cathy y Alta.
Era Braylen, el jefe del Grupo Dury.
Lo había conocido una vez cuando Milton la llevó a una pequeña cena. Estaban buscando un socio adecuado para el nuevo proyecto del club de golf. Candice tenía una mala impresión de él.
Braylen parecía tener más de cuarenta años. Tenía los ojos caídos y ojeras. Sus músculos estaban flácidos y era obvio que rara vez hacía ejercicio. Sin duda, era un alcohólico y un mujeriego.
Candice recordó haberse sentido borracha después de solo una copa de vino que Braylen le había dado.
«Candy, no has tomado nada de vino.
Al menos ahora que estás aquí, le debes al Sr. López un poco de respeto. Solo una copa. ¿Qué te parece?».
En aquel momento no le dio mucha importancia. Pero ahora creía que Braylen debía de haberla drogado a propósito. Quería que hiciera el ridículo delante de Milton. Como Candice había recomendado a Milton que le entregara el nuevo proyecto de golf a Lambert, el jefe de Far East International Trade Company, Braylen debía de odiarla por arruinarle la oportunidad.
Efectivamente, Candice vio cómo la cara de Braylen cambiaba bruscamente al verla. Tenía un aspecto aterrador.
Cathy fue la primera en gritar: «¿Candice? ¿Qué haces aquí? ¡Vete a la mierda!».
Alta añadió con desdén: «¿Qué pasa aquí? No paro de encontrarme a esta mujer arruinada por todas partes. ¿No ves que estamos jugando? Si tuvieras dos dedos de frente, te irías a otra parte».
.
.
.