La Luna de Miel - Capítulo 177
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 177:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Los ojos de Milton se oscurecieron y respondió con descontento: «Si no te gustan, tíralos».
Candice frunció el ceño, sacó su teléfono y le transfirió veinte mil dólares.
Sabía que le debía mucho más que un par de zapatos, pero hoy no había sido su mejor día. Solo quería saldar la deuda y seguir adelante.
No quería deberle nada.
«¿Es suficiente? Si no, puedo transferirte más», preguntó Candice, consciente de que Milton solía tener gustos caros.
La expresión de Milton se volvió agria e inmediatamente rechazó la transferencia.
Los veinte mil dólares fueron devueltos a Candice de inmediato.
«Eres mi abogado personal y ocuparte de mis problemas es parte de tu trabajo», dijo Milton con firmeza. «Necesito asesoramiento legal ahora mismo».
Utilizó el trabajo como excusa para hablar con Candice y se acercó para agarrarle la muñeca.
«Sube al coche».
Pero Candice se zafó rápidamente de su agarre, sin querer volver a subir a ningún coche.
«En cuanto a ser tu abogada personal, rescindo unilateralmente nuestro contrato y te pagaré una indemnización. Si tienes alguna objeción, puedes presentar una queja ante el Colegio de Abogados».
Milton se quedó paralizado, mirándola con incredulidad.
Sin inmutarse, Candice continuó: «Llevaré ese caso de derechos humanos hasta el final y no retiraré la demanda entre tú y yo. No sé por qué sigues acercándote a mí, pero es en vano. No pierdas el tiempo. Es todo lo que tengo que decir. Espero que no vuelvas a molestarme».
Candice sabía que ese día se había nombrado un vicepresidente en la Royal Garden Corporation.
Solo disponible en ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.𝒸ø𝓂 sin censura
Se le ocurrió que tal vez Milton tenía algo que consultarle.
Pero no quería saber nada al respecto.
Y tampoco quería averiguarlo.
No importaba si era Milton o Greyson; quería mantenerse alejada de todo lo relacionado con los hombres. Su prioridad era su propio negocio.
Eso era lo que le había enseñado el despiadado Greyson.
En ese momento, lo único que quería era descubrir la verdad detrás del accidente de coche de sus padres y la quiebra del Grupo Blake.
Nada era más importante.
En la oscuridad de la noche, la respiración de Milton se volvió pesada.
Pero Candice se negó a levantar la vista y mirarlo a los ojos.
En cuanto terminó de hablar, se dio la vuelta y se alejó sin mirar atrás.
Al verla desaparecer en la distancia, Milton apretó los puños sin darse cuenta.
¿La había presionado demasiado?
.
.
.