La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 885
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 885:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Los labios de Brenna se curvaron en una sonrisa fría. «¿Pedir perdón por qué, exactamente?».
Alec soltó un suspiro. «Por lo que pasó ayer, por hacerte pagar esa ropa. Lo siento de verdad. Aunque sea tu padre, te debo una disculpa. Por favor, acéptala».
«Deja de actuar como si fueras mi padre», replicó Brenna sin rodeos. «Shepard es mi padre, no tú. Somos prácticamente unos desconocidos». Sospechaba que Alec iba tras su dinero, probablemente envalentonado por su generosidad fugaz del día anterior.
Alec se sonrojó. La ira le invadió, pero su experiencia como conductor le había enseñado a ser paciente. Trabajar en el sector servicios le había expuesto a muchos insultos y había aprendido a no enfadarse tan fácilmente.
—Tienes toda la razón. Shepard es tu padre. Yo no merezco ese título. Por favor, no te enfades. Solo he venido a pedirte perdón.
—¿Disculparte? —Brenna arqueó una ceja, con una mezcla de curiosidad y sospecha en los ojos. Se preguntaba qué pretendía Alec con aquello.
Alec dijo: «Sobre la ropa… Sé que la cogí y me fui sin pagar. Fue un error por mi parte y no voy a negarlo. Ahora mismo no tengo dinero para devolvértela. Pero escucha, he conseguido un trabajo. Ahora soy taxista. Con un poco de esfuerzo, debería ganar más de diez mil al mes. En cinco meses tendré los treinta y nueve mil ochocientos para ti. Te lo devolveré todo». Sonrió con torpeza. «Mi plan es sencillo: te daré diez mil cada mes. Por favor, no me acoses para que te dé más y, pase lo que pase, no metas a Seth y Lila en esto. Ellos no tienen dinero».
Nadie podría haber preparado a Brenna para esto. Lo último que esperaba era que Alec apareciera en su puerta y le prometiera devolverle el dinero a plazos. Pensaba que intentaría dar pena y pedirle dinero.
¿Era realmente Alec, el hombre que siempre se preocupaba primero por sí mismo? Brenna dudaba que de repente le hubiera entrado la conciencia. En el fondo, sospechaba que tramaba algo.
Continúa tu historia en ɴσνєℓα𝓼4ƒ𝒶𝓷.c♡𝓂 con lo mejor del romance
La mayoría de la gente no habría dejado que Alec pagara su deuda después de ver su actitud sincera. Pero Brenna era diferente. En su mente, la verdadera esperanza de Alec era que ella hiciera precisamente eso, para poder parecer genuinamente arrepentido y presentarla como un e generosa. De esa manera, su relación parecería haber mejorado y él encontraría la manera de seguir formando parte de su vida.
Era un plan ingenioso.
—De acuerdo —respondió Brenna sin vacilar—. Puedes devolvérmelo así.
Una rápida expresión de decepción cruzó el rostro de Alec. No esperaba que ella aceptara. ¿De verdad le importaba una suma tan pequeña? ¿Cómo podía pedirle que le devolviera el dinero después de lo que le había dicho?
Aun así, Alec no discutió. —Está bien, Brenna. No te molestaré más. Me voy ya. Te he traído sopa de costillas de cerdo que he hecho yo mismo. Me ha llevado horas prepararla. Espero que la pruebes.
Julia no perdió tiempo en acompañar a Alec a la puerta.
Al volver, Julia le preguntó a Brenna qué hacer con la sopa. Cuando Brenna levantó la tapa del recipiente, el rico aroma de la sopa de costillas de cerdo inundó el aire. Tenía un aspecto delicioso, pero no tenía intención de probarla.
.
.
.