La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 769
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 769:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Solo después de que el coche de Ethan desapareciera en la distancia, Tina se deslizó finalmente en su asiento.
No estaba preparada para dejar marchar a Ethan. Todavía no.
Pero en ese momento, no tenía ningún as en la manga. Si Rosie, que tenía más ventajas y una conexión más fuerte con Ethan, no podía ganarse su corazón, ¿qué posibilidades tenía ella?
Aun así, se negaba a rendirse.
¿Por qué debería hacerlo?
No entendía qué veía Ethan en Brenna.
¿Era por su belleza?
Tina bajó la mirada hacia su propio cuerpo. Sabía que llamaba la atención: todos los hombres de la gala la habían mirado. Todos excepto Ethan. Él actuaba como si ella ni existiera.
—¿Qué te parece, cariño? ¿No es genial mi plan? —Rosie se acercó a Maxley con una sonrisa aduladora en el rostro.
Maxley le rozó la clavícula con la mano antes de inclinarse y besarla profundamente, con una expresión de pura satisfacción. —Es perfecto. Eres mi estrella de la suerte. Desde que nos casamos, todo ha salido a la perfección. Incluso mi supuesto hermano casi acaba entre rejas. Todo es gracias a ti.
La risa de Rosie era encantadora. —Entonces será mejor que hagas más caso a mis consejos. Me aseguraré de que consigas esa corona.
Maxley asintió con la cabeza, siguiendo con la mirada el coche de Ethan mientras se mezclaba con el tráfico y desaparecía.
—Pero ¿qué hay de Denis…? —La voz de Maxley denotaba cierta inquietud—. Aún no se ha comprometido del todo con nosotros.
Solo disponible en ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.c○𝓂 para fans reales
—¿No va todo según lo previsto? Tranquilo, yo me encargo. El Grupo Harper y el Grupo Mitchell serán nuestros tarde o temprano —le aseguró Rosie, rebosante de confianza.
Al comienzo de la semana laboral, Brenna entró en su oficina y vio que Lorna ya había arreglado el espacio. Sobre su escritorio había cuatro latas de café en grano Heteron, la misma marca que su amiga siempre le enviaba.
Lorna la saludó con una amplia sonrisa. —Brenna, ha llegado el café, esta vez diez latas. Como me pediste, seis son para ti y cuatro para el Sr. Mitchell. ¿Quieres llevárselas tú misma o lo hago yo?
Normalmente, Lorna no molestaría a Brenna con esas tareas, pero pensó que quizá Brenna querría tener una excusa para pasar por la planta superior y ver a Ethan.
Los labios de Brenna se curvaron ligeramente al ver el envase familiar. —Tengo mucho que hacer esta mañana. Tengo que preparar una reunión con el fabricante del brazo robótico. ¿Podrías llevárselas al piso de arriba? Dáselas a Alani o a Neville.
«No hay problema, subiré enseguida», respondió Lorna. Regresó al poco rato con una bolsa de tela, metió las cuatro latas dentro y se marchó.
.
.
.