La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 76
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 76:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
La enorme pantalla mostraba a un competidor desconocido tomando la delantera con un caballo nuevo.
En ese momento, sonó el teléfono de Ethan. Respondió a la llamada con el altavoz. La persona al otro lado de la línea dijo: «Sr. Mitchell, la Srta. Harper ha llegado a los establos. ¿Desea reunirse con ella?».
Sin apartar la vista de la pantalla del ordenador, Ethan respondió: «Entendido. Que use mi caballo. Bajaré en un momento».
Su atención seguía puesta en la bolsa, donde alguien continuaba comprando acciones del Grupo Mitchell, llevándolas al límite.
Creía que algo no iba bien.
Neville seguía intentando convencer a Ethan: «¿Está seguro de que no quiere apostar por Alex? Las posibilidades de que la señorita Harper gane no son precisamente prometedoras».
Si Brenna perdía, eso significaría perder doscientos millones.
Ethan no dijo nada, su silencio era definitivo. Neville suspiró suavemente. No había nada más que decir. En el gran esquema de las cosas, doscientos millones eran una gota en el océano para Ethan.
En los establos, Brenna llegó y encontró a Rosie, Sylvie y Vivian ya vestidas con su equipo de montar, irradiando confianza y elegancia.
Un apuesto miembro del personal se paró frente a Rosie, con un tono lleno de deferencia y admiración. —Señorita Harper, este caballo pertenece al señor Mitchell. Él le ha dado permiso para usarlo.
El hipódromo funcionaba con un sistema de membresía exclusiva, con cuotas de ingreso a partir de un millón. Los miembros disfrutaban de acceso ilimitado a las carreras, la posibilidad de hacer apuestas y la opción de tener sus propios caballos en los establos, aunque eso tenía un costo aún mayor.
Ethan no era solo un miembro, era un VIP de primer nivel y accionista del lugar. Su decisión de ofrecerle su caballo a Rosie insinuaba una conexión especial, lo que explicaba el entusiasmo del miembro del personal por complacer a Rosie.
La emoción de Rosie era evidente cuando escuchó eso, y Sylvie y Vivian estaban igualmente encantadas.
Sylvie, en particular, no podía ocultar su satisfacción. Le dijo a Rosie: «Sabía que el Sr. Mitchell no perdería el tiempo con Brenna. ¿Lo ves? ¡Te deja usar su caballo más preciado!».
Rosie acarició con los dedos la lisa crin negra del caballo de Shane. El caballo se llamaba Onyx. Su brillante pelaje relucía bajo la luz. El semental tenía una complexión majestuosa y un temperamento tranquilo.
Una sonrisa de satisfacción se dibujó en los labios de Rosie, y dijo: «Onyx ya ha ganado dos veces este año. Es el favorito para volver a ganar».
Sylvie asintió con admiración en los ojos. «Con tu excepcional habilidad para montar, no tengo ninguna duda de que superarás a Sasha y te convertirás en la nueva estrella en ascenso del mundo de las carreras de caballos», dijo.
.
.
.