La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 65
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 65:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
—He oído que las cosas no te fueron bien allí y que ni siquiera terminaste la escuela primaria. ¿Cómo sucedió eso? Aunque tuvieras dificultades académicas, al menos deberías haber asistido a la escuela. Por suerte, la familia Harper tiene suficiente dinero para mantenerte ahora, así que eso no será un problema. Pero, ¿y si tus padres biológicos hubieran sido pobres? ¿Cómo te habrías ganado la vida entonces?
Miró a Brenna con abierto desdén, sin hacer ningún esfuerzo por ocultar su desaprobación mientras esperaba a que ella se explicara.
En un principio, había pensado preparar un lujoso regalo para dar la bienvenida a su hermana a casa. Sin embargo, antes de que Brenna pusiera un pie en la casa, Rosie había acabado en el hospital por su culpa y ella había encargado ropa por valor de treinta millones sin consultar a la familia.
No es que la familia Harper no estuviera dispuesta a gastar dinero, sino que era la actitud de Brenna lo que le molestaba a Ernst. Si se lo hubiera mencionado antes, los mayores habrían cubierto los gastos con mucho gusto.
Lo que realmente le irritaba era su falta de consideración.
Esa tarde, cuando varias marcas de lujo habían entregado la ropa, Rosie había intentado elegir algunas prendas, pero Brenna se había negado. Esto había provocado una discusión entre ellas…
El abuelo estaba regañando a Rosie, y la actitud autoritaria de Brenna era difícil de tolerar.
Brenna soltó una risita antes de responder: «¿De verdad crees que soy inútil?».
Cada vez estaba más claro cómo la veía Ernst: tonta, materialista y vanidosa.
Brenna continuó: «Puedes pensar mejor de mí, ¿no? Al fin y al cabo, eres mi hermano».
Sin esperar respuesta, se dio la vuelta y subió las escaleras.
Giselle, incapaz de entender por qué Ernst trataba así a su hermana, le dijo: «¿Qué te pasa? Ni siquiera le has preparado un regalo de bienvenida y ahora le hablas así. La has molestado, ve a pedirle perdón».
Shepard la respaldó con tono severo. —Pídele perdón a tu hermana. Ya ha pasado bastante con la familia Barrett. El hecho de que no terminara la escuela primaria no es algo que quiera discutir. No era necesario sacarlo a colación. ¿Así es como prefieres tratar a tu propia hermana?
Rosie, que observaba la escena, contuvo una risa. Brenna estaba resultando más fácil de lo que esperaba, ni siquiera había tenido que usar los trucos que había preparado.
Por ahora, se limitó a sentarse y esperar el momento adecuado para intervenir y echar más leña al fuego.
—No voy a disculparme —dijo Ernst con tono seco, sin molestarse ya en ocultar su actitud—. No se trata del dinero, podemos permitírnoslo, pero se ha gastado treinta millones en ropa sin decirnos nada. Un pequeño aviso habría estado bien. Sinceramente, no creo que sea de los nuestros. Mamá, papá, quizá deberíamos hacernos una prueba de ADN.
.
.
.