La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 612
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Capítulo 612:
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—Está bonito —dijo ella.
Ethan sacó una rosa de detrás de la espalda y se la entregó.
Los ojos de Brenna se iluminaron. No esperaba que alguien como Ethan, que siempre parecía tan serio y centrado en los negocios, pensara en regalarle flores. Últimamente le había hecho muchos regalos, así que no le sorprendió del todo. Aun así, el gesto le alegró el corazón.
Llevó la rosa a la nariz y aspiró su suave aroma. Al hacerlo, vio un collar de oro con un colgante de zafiro entre los pétalos.
«¿Otra sorpresa?», dijo con voz llena de alegría.
Abrumada por la emoción y todavía pensando en la pareja que había visto antes, se levantó. Luego, se inclinó sobre la mesa y atrajo a Ethan hacia sí para darle un beso.
Fue solo un beso ligero.
Cuando Ethan se dio cuenta de lo que había pasado, Brenna ya estaba de vuelta en su asiento, sonriendo.
«Gracias. Me encanta», dijo.
Brenna sentía que le debía eso. No solo la había colmado de regalos, sino que también lo había arriesgado todo para salvarla en Plieca. Ethan, sin embargo, seguía atrapado en la sensación de ese beso y recordaba la suavidad de los labios de Brenna.
Si hubiera durado un poco más, habría sido perfecto. Se preguntó cuándo volvería a besarle Brenna.
Estaba tan perdido en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta de lo que Brenna estaba diciendo.
Una sonrisa tonta se dibujó en su boca antes de que pudiera evitarlo.
—Ethan, nunca esperaba verte en un lugar como este —dijo una voz burlona, rompiendo el momento.
De inmediato, la expresión de Ethan se volvió fría. Se volvió y vio a Rosie y Maxley acercándose.
Iban del brazo, con el aspecto de una pareja muy unida. Maxley esbozó una sonrisa halagadora mientras extendía la mano hacia Ethan.
Ninguno de los dos miró a Brenna.
Maxley, aunque no conocía el idioma de Vanland, tenía el sentido común suficiente para darse cuenta de que Ethan estaba de buen humor.
Ethan se levantó de su asiento, estrechó la mano de Maxley y le saludó con indiferencia. —Hola.
Maxley sacó una invitación del bolsillo interior y se la entregó con ambas manos.
Hablando en el idioma de Plieca, dijo: —Voy a celebrar mi primer evento de networking empresarial aquí, en Vanland. Asistirán varios empresarios destacados de Plieca. Espero que podamos hablar de posibles colaboraciones, señor Mitchell.
Ethan echó un vistazo rápido a la invitación antes de aceptarla y dejarla sobre la mesa. —Claro. Allí estaré.
Rosie lo miró, con una expresión dividida entre la esperanza y el resentimiento.
Era dolorosamente consciente de que su demanda contra la familia Harper era, en el mejor de los casos, poco sólida. Esperaba que Ethan pudiera ayudarla. —Ethan, ¿has oído lo que está pasando con la familia Harper?
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