La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 597
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 597:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Giselle no pudo evitar reírse, y su frustración se desvaneció. —Tienes razón, no todo el mundo merece nuestra amabilidad.
Tommy, que había permanecido en silencio a un lado, saludó a Giselle con un gesto cortés.
Giselle siempre había apreciado a Tommy, sabiendo que todos los que trabajaban con Brenna eran personas muy cultas y capaces. «Deberías venir a comer algún día».
Tommy asintió amablemente. «Será un placer. Me voy ya. Brenna, mañana te dejaré esto en tu oficina».
Brenna asintió rápidamente, echando un vistazo al modelo de coche que él sostenía en la mano.
Más tarde, Brenna y Giselle fueron a uno de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad. El local era elegante, con instalaciones de primera categoría y un aire sofisticado.
Después de dar el nombre de Elsa en la recepción, un camarero los acompañó a un comedor privado en el tercer piso.
En cuanto Brenna abrió la puerta, vio a Elsa, Ethan y Minna, que ya estaban sentados.
—Ethan, esta es la señora Harper —dijo Elsa, dándole un sutil codazo.
A pesar de las palabras de Elsa, Brenna se dio cuenta inmediatamente del engaño. El hombre que tenía delante se parecía mucho a Ethan, pero su comportamiento era completamente diferente. Se dio cuenta de que era Kenny, el hermano gemelo de Ethan.
Lo que lo delató fueron las recientes lesiones de Ethan. Brenna sabía que los hombres de Edward lo habían golpeado brutalmente en un barco en Plieca, y los moretones aún marcaban su rostro, recuerdos que tardarían al menos seis días en desaparecer.
Ethan no quería que su familia viera sus lesiones, por lo que planeaba mantenerse alejado hasta que sanaran.
Sin saber que Brenna lo sabía, Elsa intentaba usar a Kenny para engañarla.
El apuesto rostro de Kenny no presentaba marcas y sus rasgos tenían el aire inconfundible de un soldado, aunque en sus ojos se percibía un destello de inquietud.
Llevaba un traje negro idéntico al de Ethan; para cualquiera que no los conociera, podría pasar fácilmente por su hermano.
Pero Brenna sabía que Elsa quería que Kenny se hiciera pasar por Ethan, con la esperanza de que ella creyera erróneamente que Ethan y Minna ahora eran pareja.
—Buenas noches, señora Harper —dijo Kenny a Giselle con una sonrisa cortés.
La expresión de Giselle se ensombreció al entrar y sentarse frente a Elsa. El ambiente era tan tenso que casi se podía cortar con un cuchillo.
En cuanto Giselle vio a «Ethan» con una joven guapa, su mente sacó conclusiones precipitadas. Supuso que la chica era alguien con quien le estaban tendiendo una trampa, y su impresión de Ethan empeoró.
Decidida, resolvió que a partir del día siguiente empezaría a presentar a Brenna a solteros elegibles para demostrarle a Elsa que Brenna era igual de codiciada.
—Ethan, ¿quién es esta joven? —preguntó Giselle con tono severo, rompiendo la tensión. ¿Qué está pasando aquí?
Kenny se movió incómodo en su asiento. Como soldado, detestaba formar parte de esta farsa y, si Elsa no le hubiera amenazado de muerte, nunca habría aceptado venir.
.
.
.