La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 582
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 582:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Brenna compartía la misma preocupación y se volvió hacia Thiago, preguntándole:
—¿Crees que podemos confiar en los guardaespaldas que tu amigo nos ha conseguido? Todavía no ha aparecido ninguno.
Thiago tenía el rostro tenso.
«No lo sé. Algo debe haber pasado. Muchos de esos guardaespaldas son de Vanland. Es posible que uno o dos nos traicionen, pero ¿todos? Es difícil de creer».
Brenna asintió con expresión firme.
«Si murieron en el incendio, debemos asegurarnos de que sus familias reciban una generosa compensación».
Antes de que pudieran asimilar por completo la conmoción de su estrecha escapatoria, surgió una nueva amenaza.
En el espacio abierto fuera del hotel, un grupo de hombres vestidos de negro apuntaban con rifles a la multitud.
Instintivamente, todos retrocedieron. Se oyeron gritos detrás de Brenna, en su mayoría de mujeres aterrorizadas, sumiendo la escena en el caos.
Ethan se colocó delante de Brenna, protegiéndola.
—Fue un incendio provocado, tal y como sospechaba.
Los ojos de Brenna se oscurecieron.
«Es la familia Ward. Deben de haber descubierto la verdad sobre la muerte de Jade».
Cerca de la entrada del hotel, un anciano estaba sentado en silencio, con una presencia imponente. Edward se apoyaba en un bastón metálico, con expresión fría, mientras miraba fijamente a Ethan y Brenna.
«No me extraña que seas el hombre más rico del mundo. Tengo que admitir que tienes habilidades», dijo.
Con un sutil movimiento de la mano, los hombres de negro rodearon a Ethan y Brenna y los cachearon sin dudarlo.
Con tantas vidas en peligro, ni Ethan ni Brenna opusieron resistencia. Como era de esperar, les confiscaron las pistolas a Ethan y a Brenna. Pero eso no fue todo. Les colocaron capuchas negras en la cabeza y les esposaron las manos a la espalda con fuerza.
Thiago gritó indignado:
«¿Qué están haciendo? ¡No la toquen!».
Un hombre vestido de negro respondió con un rápido puñetazo, acallando a Thiago.
«Pórtate bien o te mataremos», gruñó en pliecan, con tono gélido.
«¡Brenna!», gritó Thiago con voz quebrada por el miedo. Sabía muy bien de lo que eran capaces esas personas. Si Ethan y Brenna caían en sus manos, las consecuencias serían nefastas.
Las repercusiones serían catastróficas. Joe y Tommy se hicieron eco de la preocupación de Thiago y gritaron:
—¡Jefe!
—¡No te preocupes! —gritó Brenna con calma, con voz firme e inquebrantable.
.
.
.