La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 526
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Capítulo 526:
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Brenna se volvió hacia Morton y Jaxson, que negaron con la cabeza, frustrados.
Jaxson dijo: «La llamada fue demasiado breve; no pudimos rastrearla».
Brenna se preparó para una larga espera antes de volver a saber algo de los secuestradores, pero, para su sorpresa, solo medio minuto después, su teléfono vibró con un nuevo mensaje que contenía una ubicación.
«Ven a este lugar sola a las 12:30 de la noche. Te estamos vigilando. Intenta cualquier cosa y el chico morirá».
Morton y Jaxson intercambiaron miradas cómplices; cada vez estaba más claro que este secuestro no iba dirigido a Ellie ni a la familia Russell. No, iba dirigido a Brenna. Al fin y al cabo, ¿por qué los secuestradores no habían contactado con la madre de Patrick?
Todos tenían los ojos pegados a la pantalla y se respiraba una gran tensión en el ambiente. Morton fue el primero en romper el silencio. —No. Ni hablar. No vas a ir.
Brenna sintió un escalofrío inquietante. Rebuscó en sus recuerdos, recordando a aquellos con los que se había cruzado a lo largo de los años: la familia Ward en Norview, los Murray en Orwall y los militares en Valport. Había pisado muchos callos y la lista de posibles venganzas era abrumadora.
Mientras compartía su lista de enemigos con Morton y Jaxson, ellos examinaron cada nombre, pero finalmente los descartaron todos.
Sin embargo, la amenaza más plausible surgía de su puesto como diseñadora jefe del avión de combate de última generación. Si se había filtrado esa información confidencial, el secuestro podía ser fácilmente obra de un adversario extranjero.
—Iré yo —declaró Ellie de repente, con la mirada fija en el mensaje.
—No —respondió Brenna inmediatamente—. Me han pedido específicamente a mí. Si no aparezco, podrían matar a Patrick.
Morton se levantó con aire autoritario. —Esperaremos órdenes de los superiores antes de tomar ninguna medida. Señorita Harper, usted es demasiado valiosa para el ejército. Solo se trata de un secuestro; podemos manejarlo sin ponerla en peligro.
Cuando Jayceon entró apresuradamente en la sala de vigilancia, no encontró a nadie de los rostros familiares que esperaba. Brenna y los demás habían abandonado el lugar, que ahora estaba repleto de personal militar. Docenas de oficiales uniformados se agolpaban alrededor de las pantallas, con el rostro serio y decidido, sin estar dispuestos a revelar ningún detalle a Jayceon. Los recuerdos de Brenna dirigiendo con facilidad una banda militar para la celebración del cumpleaños de Amy pasaron por la mente de Jayceon. Se dio cuenta de la conexión: esta terrible experiencia estaba envuelta en el secreto. Tras echar un vistazo cauteloso a la habitación, decidió no indagar más y se dirigió a la casa de Thiago.
Después de comprender el alcance de lo sucedido, Thiago aconsejó rápidamente a Ellie y Brenna que no regresaran a la casa de Ellie. Le preocupaba profundamente que los ancianos padres de Ellie no pudieran soportar la noticia, así que le dijo a Ellie que los llamara y les informara con delicadeza que ella y Brenna pasarían la noche en casa de Brenna.
Jayceon apareció poco después y entró en la residencia de Thiago, de apenas unos metros cuadrados, situada en un elegante complejo de lujo. El pequeño grupo se sentó en el sofá en un tenso silencio, con el rostro serio, esperando las próximas órdenes del ejército.
El ejército estaba convencido de que no se trataba de un secuestro aleatorio, sino de un ataque deliberado contra el diseñador jefe de su avión de combate de última generación. El peso de esa realidad les hacía tratar la situación con absoluta seriedad. En menos de treinta minutos, se reunió un grupo de trabajo especial y se rechazó rápidamente cualquier oferta de ayuda policial; el ejército tenía la intención de manejar esto por su cuenta.
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