La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 486
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Capítulo 486:
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Brenna lo entendió todo y respondió con naturalidad: «Ah, ya veo. Pero, en serio, no es para tanto. ¿Por qué se preocupan tanto?».
Julia se quedó sorprendida por la indiferencia de Brenna. «Esto es grave. Tu reputación y tus perspectivas de matrimonio podrían verse dañadas por esto. Si el Sr. Mitchell ve esas fotos, seguramente se hará una idea equivocada. ¿Cómo puedes decir que no es para tanto?».
Brenna esbozó una leve sonrisa, sin inmutarse. «No pasa nada. Los rumores como estos se desvanecerán pronto. Los que creen en mí no necesitan explicaciones, y para los que no, las explicaciones no cambiarían nada».
Después de decir esto, subió las escaleras para buscar a su madre, Giselle, sentada en el sofá del pequeño salón del tercer piso, con expresión grave, hablando por teléfono.
—Frank, siempre hay alguien causando problemas en el foro de la escuela. El administrador permite que esos mensajes permanezcan para mantener el foro activo. Normalmente lo ignoro, pero ahora hay rumores falsos circulando sobre la vida personal de Brenna. Esto es difamación y es ilegal. Necesito que te asegures de que el administrador elimine esos mensajes y detenga cualquier discusión sobre el tema. —El rostro de Giselle estaba enrojecido por la ira y su tono era firme.
Brenna se acercó y se sentó junto a Giselle, sonriendo para tranquilizar a su madre y decirle que estaba bien.
Sin embargo, desde el punto de vista de Giselle, parecía que Brenna estaba enmascarando sus verdaderos sentimientos con esa sonrisa, ya preocupada por los rumores.
Giselle tomó la mano de Brenna para consolarla, mientras continuaba con su conversación telefónica. «Tenemos que averiguar dónde empezó todo esto y asegurarnos de que quienes difunden esas mentiras se enfrenten a graves consecuencias. Brenna es una joven honorable. Es una apasionada de su trabajo de investigación y diseño y ha tenido un éxito considerable. Hay gente envidiosa que está tratando de manchar su reputación, y no lo voy a permitir».
Frank respondió en tono serio: «Lo entiendo, y me pondré en ello. Ya he enviado a un equipo para que investigue el asunto y he convocado al administrador del foro. Nos ocuparemos de esto con prontitud. Nuestra institución está destinada a la educación, no a fomentar los chismes».
Tras dar algunas instrucciones más, Giselle terminó la llamada, todavía visiblemente alterada. Se volvió hacia Brenna. «Nadie puede difamar a un Harper sin sufrir las consecuencias. Brenna, no te preocupes. Llegaremos al fondo de esto».
Brenna se sintió reconfortada por la firmeza de Giselle. La reacción inicial de su madre no fue interrogarla ni culparla por el escándalo, sino apoyarla. Brenna abrazó suavemente a Giselle. «Mamá, solo son chismes inofensivos. No vale la pena enfadarse por eso».
Giselle le apretó la mano y le dijo: «Querida, no te tomes tu reputación a la ligera. Es crucial para una mujer en tu posición. Hay alguien detrás de todo esto, intentando destruirte. Imagina que, cuando vayas a la universidad el lunes, todo el mundo piense que eres alguien que se acuesta con cualquier hombre. Eso podría arruinar tu trabajo y afectar profundamente a tu futuro».
En ese momento, Shepard salió del dormitorio, agarrado a su teléfono. Tenía el rostro sombrío, insatisfecho por lo mal que su equipo había llevado la tarea.
Se volvió hacia Giselle y Brenna y comenzó a descargar su frustración, diciendo: «¿Cuánto tiempo ha pasado? Les dije que borraran esas publicaciones, pero no lo han hecho. ¡Siguen por todas partes! Cobran unos sueldos ridículos y no sirven para nada. Esto es inaceptable. ¡Los despediré a todos pronto!».
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