La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 485
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Capítulo 485:
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—Traje a esas mujeres solo por negocios —respondió Jayceon, con el rostro enrojecido por la ira.
Thiago se burló. —¿En serio? ¿Negocios? Entonces, ¿por qué el Sr. Mitchell no tiene este tipo de reuniones «de negocios»?
Luego miró a Ethan, preguntándose por qué era amigo de alguien como Jayceon.
Aunque Jayceon reconocía sus errores, no estaba dispuesto a ceder. Creía que su corazón pertenecía únicamente a Ellie. Nunca se enamoraría de nadie más.
«Puedo ofrecerle una vida de lujo. ¿Puedes competir con eso?», dijo Jayceon.
Thiago respondió con una suave risa. «Puede que no iguale tu riqueza, pero no soy una persona cualquiera».
Thiago entrecerró los ojos. Si Ellie no lo hubiera detenido, la familia Russell se habría enfrentado a un desastre económico a estas alturas.
Dadas sus habilidades, no le habría supuesto ningún reto acabar con la familia Russell.
Thiago consideraba a Jayceon un completo idiota. A pesar de sus declaraciones de amor por Ellie, Jayceon coqueteaba constantemente con otras mujeres. Thiago siempre lo había encontrado desagradable, pero nunca había tenido la oportunidad de enfrentarse a él.
Cuando Jayceon entró en la oficina de Ethan, perdió el control y le lanzó un puñetazo a Thiago con todas sus fuerzas.
Thiago atrapó el puño de Jayceon sin esfuerzo, manteniendo la expresión serena. Aprovechando el impulso, lo inmovilizó rápidamente contra el suelo.
—Estoy harto de tus payasadas. ¿Te das cuenta del daño que le has hecho a Ellie? —Con eso, Thiago le propinó un fuerte puñetazo en la cara a Jayceon.
Desde un lado, Ethan observaba la escena con el ceño fruncido, decidiendo no intervenir. Sacó un cigarrillo del bolsillo y lo encendió.
Para él, el asunto no tenía importancia, ya que Brenna no era la mujer de las fotos.
Creía que Thiago le estaba dando a Jayceon una lección bien merecida por haber manejado tan mal su relación con Ellie.
En poco tiempo, Jayceon quedó magullado y maltrecho.
Ethan dio una última calada a su cigarrillo, sintiendo que era hora de intervenir. Si no lo hacía, el atractivo rostro de Jayceon podría quedar arruinado para siempre.
—Ya basta —dijo Ethan, apartando a Thiago.
A continuación, ayudó a Jayceon a ponerse en pie y lo miró, esperando que comprendiera la cruda realidad de su fallida relación con Ellie.
Al regresar a casa, Brenna percibió un ambiente inusualmente tenso. Los sirvientes estaban callados y cautelosos, lanzándole miradas de reojo. Julia se acercó, con aire preocupado. —Señorita Harper, ¿está bien?
Brenna estaba confundida. —¿Por qué no iba a estarlo?
Los demás sirvientes miraron en dirección a Brenna, con expresiones que mezclaban simpatía y enfado.
—¿Qué ha pasado? ¿Hay problemas en casa? —preguntó Brenna.
«Son los rumores que circulan por Internet sobre usted», explicó Julia. «Sus padres están muy preocupados y tratando de localizar la fuente. Sus hermanos también están respondiendo a las acusaciones en Internet».
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