La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 470
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Capítulo 470:
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Ethan ni se molestó en mirarla y dijo secamente: «Corre».
Este puerto de montaña era famoso por sus curvas cerradas sobre acantilados escarpados. El asfalto era liso y rápido, desafiando a cualquiera a tomarlo de frente.
Casi nadie subía hasta allí, pero todos los corredores callejeros de la ciudad conocían esa carretera. En cuanto llegó la invitación de Jade, su significado quedó claro. Ethan y Brenna comprendieron la intención de Jade en cuanto vieron el lugar.
«He preparado algo… especial», dijo Jade, con los ojos brillantes de cruel alegría.
«¿Qué podría ser mejor que correr aquí? ¿Has planeado algo letal?», dijo Brenna. Mantuvo la mirada fija en Jade, captando el ligero destello en sus pupilas. Podía ver a través de Jade. No se trataba de ganar. Se trataba de deshacerse de ella. Jade quería humillarla, o peor aún, matarla.
Por un momento, la sonrisa burlona de Jade se desvaneció. Había dado por sentado que Brenna era demasiado blanda para una carrera de verdad. Pero esa vulnerabilidad no era más que una máscara. Esa mujer había derrotado a hombres entrenados junto a Thiago. Incluso había matado a Viper sin pestañear.
¿Quién podía moverse con tanta elegancia en medio de la violencia? Solo el diablo.
Y esa noche, Jade planeaba matar al diablo vestido con piel humana. Pero primero necesitaba que Brenna corriera con ella. Sus labios carmesí se curvaron en un desafío mientras se burlaba: —¿Qué pasa, señorita Harper? ¿Te da miedo una pequeña carrera?
Brenna se rió, fría y aguda como el viento de la montaña. —¿Estás intentando provocarme para que me una a la carrera?
—Nunca has corrido, ¿verdad? —Jade pasó los dedos por el techo de su coche como si fuera un semental preciado—. La emoción de alcanzar los 200 en estas curvas… es inolvidable.
Brenna se volvió hacia Ethan y murmuró: —Está planeando mi accidente. Cree que después de matarme, podrá reclamarte.
La mirada gélida de Ethan se posó en Jade. Ya la había calado.
—¿Y a quién desafías exactamente? —le preguntó a Jade—. ¿Quieres correr contra mí o contra Brenna?
Los ojos de Jade brillaron. —Esa es una pregunta que vale la pena hacer. Estoy pensando en algo un poco… ingenioso. Me pregunto si estarás de acuerdo.
Ethan no pestañeó. Sabía lo maliciosa que era. —No haré nada que ponga en peligro a Brenna.
En ese momento, llegaron tres coches más.
Brenna los reconoció de inmediato.
Jayceon salió primero, seguido de Denis. Luego apareció Ernst, con una compañía inesperada: Lilith.
Lilith salió del asiento del copiloto, envuelta en una nube de perfume cítrico.
Un momento después, Isabella salió del coche de Denis.
Isabella parecía satisfecha consigo misma, vestida con ropa de diseño y joyas brillantes. Tenía el brillo de alguien que había vivido bien.
Sin embargo, su humor se agrió en cuanto posó los ojos en Brenna. Los problemas siempre parecían seguirla cuando se cruzaban. Isabella le lanzó a Brenna una mirada rápida y desdeñosa y se burló.
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