La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 413
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Capítulo 413:
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Los guardaespaldas se mantenían erguidos con su equipo táctico completo: cascos, viseras oscuras y máscaras que no dejaban ver ni un centímetro de piel.
Brenna estudió a la mujer. Parecía tener veintitantos años. El ajustado traje de cuero se ceñía a sus curvas y sus labios carmesí resaltaban sobre su rostro. La falda era tan corta que apenas cubría lo necesario.
Se movía con la confianza de alguien que sabía exactamente el tipo de atención que despertaba.
Sin decir una palabra, acaparó toda la atención y se dirigió directamente hacia Ethan. Los demás la siguieron rápidamente. Ernst se acercó a Brenna, adoptando una postura protectora.
—Señorita Hewitt —dijo Denis, recorriendo su figura con evidente interés—. Cuánto tiempo sin vernos.
—¿Para qué son esos? ¿Planean llevarnos a todos aquí?
Jade Hewitt, unos centímetros más alta que Brenna, posó una mano bien cuidada sobre el hombro de Ethan. Sus ojos estaban llenos de nostalgia.
Ethan retrocedió, con una repugnancia evidente. Su expresión era fría y distante.
Jade bajó la mano y pareció disgustada. —Señor Mitchell, ¿así es como muestra su gratitud? ¿Después de todo lo que hice para salvarlo?
—No necesitaba que me salvaran. En ese momento tenía la situación bajo control —respondió Ethan con firmeza.
La mirada de Jade se desplazó hacia Brenna, estudiándola con atención. Los rifles no parecían perturbar a Brenna. No estaba claro si su compostura era genuina o una máscara bien ensayada.
—¿Y quién es esta? —preguntó Jade con brusquedad.
Ethan entrelazó los dedos con los de Brenna. —Mi prometida. Brenna Harper.
—¿Una Harper? —se burló Jade. Sus ojos se posaron en Ernst, notando la tensión en su postura.
—Es mi hermana —confirmó Ernst.
Brenna sostuvo la mirada de la mujer con serenidad. —Señorita Hewitt.
No muy lejos, Sabine, Fay e Isabella observaban cómo se desarrollaba la escena. Aunque estaban un poco asustadas, también sentían cierta emoción. Estaba claro que Jade no le gustaba Brenna. Quizás se desharía de ella allí mismo.
Incluso esperaban un enfrentamiento entre Jade y Brenna. Si Jade lograba derrotar a Brenna, se vengarían.
Las tres intercambiaron miradas cómplices. La hostilidad de Jade hacia Brenna era imposible de pasar por alto.
Tras un breve intercambio de miradas, las tres sonrieron con aire de suficiencia.
Sabine se inclinó y susurró a Fay e Isabella: —La señorita Hewitt es poderosa; es de la banda Ward, la mafia más grande de Norview. Brenna no tiene ninguna posibilidad contra ella.
Fay e Isabella se esforzaron por ocultar sus sonrisas. Por fin había aparecido alguien lo suficientemente fuerte como para poner a Brenna en su sitio.
Aprovechando el momento, Isabella dio un paso adelante y dijo: «Brenna, ¿qué te pasa? ¿De verdad tienes que ser tan grosera? Deberías mostrarle un poco de respeto a la señorita Hewitt».
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