La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 252
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Capítulo 252:
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Entonces, el teléfono de Brenna vibró con un mensaje de Ernst. Ella lo miró y lo leyó.
«No creas que nadie sabe lo que has hecho. Te estoy vigilando».
Los labios de Brenna se curvaron en una leve sonrisa.
«Da igual», respondió.
En realidad, no había hecho nada. Lo único que había hecho era asustar un poco a Rosie. Si Ernst supiera lo que Rosie le había hecho, ¿seguiría apoyándola tan ciegamente?
Rosie había sido despiadada con ella, ¿cómo iba a dejarla salir tan fácilmente?
Esto solo era el principio. El verdadero espectáculo aún no había comenzado.
Brenna rodeó el coche, con los ojos brillantes de satisfacción mientras inspeccionaba cada detalle.
El claxon urgente de un coche resonó en la entrada del camino.
Al girar la cabeza, Brenna vio a Ethan salir de su vehículo. Con pasos rápidos y una mirada de profunda preocupación, se acercó a ella y la examinó con atención. —¿Estás bien? —preguntó.
Una suave sonrisa apareció en el rostro de Brenna, cuya postura era tranquila y cálida mientras miraba a Ethan.
Al ver esta inesperada calidez, Giselle se quedó desconcertada, sobre todo porque Brenna no había mostrado ningún interés por Ethan anteriormente. Parecía que algo había cambiado entre ellos.
Con el ceño fruncido, Giselle reflexionó sobre la naturaleza impredecible de la juventud, cuyos pensamientos cambian constantemente y son difíciles de entender.
Decidiendo no interferir, Giselle se dirigió al interior para darles privacidad a Ethan y Brenna.
Ethan asintió a Giselle antes de volverse hacia Brenna y bajar la voz. —He venido corriendo en cuanto me he enterado del incidente cerca del edificio financiero. Jay ha resultado gravemente herido y estaba preocupado por ti. Me alegro de que estés bien.
Brenna le dedicó una sonrisa tranquilizadora, conmovida por la preocupación de Ethan. —No te preocupes, me he encargado de esos matones sin ningún problema —dijo.
El rostro de Ethan se puso serio, su mente daba vueltas ante la despreocupada muestra de valentía de Brenna. Teniendo en cuenta a Jay y sus famosos socios, no podía evitar sentirse impresionado por su coraje.
Las imágenes y los informes en Internet mostraban a los gánsteres gravemente golpeados, lo que daba a entender que se trataba de un adversario formidable. Ethan estaba a la vez horrorizado e impresionado por la misteriosa defensora.
Dudó antes de preguntar: —¿Te atacaron a ti?
Brenna asintió con indiferencia, restándole importancia a la gravedad de la situación. «Eran bastante normales, nada que no pudiera manejar», dijo.
Ethan se sintió aliviado al saber que ella estaba bien.
Brenna señaló entonces su nuevo vehículo. «Mira el coche personalizado que me ha comprado mi madre».
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