La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 233
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Capítulo 233:
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Y Ethan… Tampoco era descuidado con sus sentimientos. Si había confesado sus sentimientos por Brenna en público, significaba que iba en serio. Aun así, Brenna no dijo ni una palabra. No confirmó ni desmintió nada, así que Thiago también se quedó callado.
Rosie tiró del brazo de Ethan y le dijo: —Ethan, ¿has visto eso? ¡He dicho que ese hombre es su novio y ella ni siquiera lo ha negado!
La mirada de Ethan se endureció al fijarse en Brenna. —¿Es tu novio? —La pregunta quedó suspendida entre ellos, afilada como una navaja.
Brenna apretó los labios y miró a Ethan con deliberada neutralidad, una máscara ensayada que no revelaba nada.
Rosie, que estaba cerca, observaba con ansiedad, sintiendo que se le oprimía el pecho. Quería intervenir, pero era incapaz de cambiar lo que estaba sucediendo.
De repente, Ethan dio un paso adelante, con movimientos bruscos y enérgicos. Agarró a Brenna con firmeza por la muñeca y su tono se volvió casi posesivo. —Lo que hayas tenido con él ya no importa —dijo en voz baja pero firme—. Ahora eres mía, mi prometida y, pronto, mi esposa.
Sin darle a Brenna oportunidad de responder, comenzó a tirar de ella hacia la salida.
Thiago se movió rápidamente, queriendo detenerlos. Su voz era firme, pero con un tono de advertencia. —Señor Mitchell —dijo con firmeza—. No puede llevársela así.
Antes de que Thiago pudiera acercarse, Neville apareció ante él, bloqueándole el paso con su corpulenta figura. La tensión en la sala se intensificó mientras la mirada aguda de Thiago evaluaba la postura de Neville. Con precisión entrenada, Thiago intentó empujar a Neville, pero este no se inmutó, permaneciendo firme como una pared.
La expresión de Thiago se endureció al cruzar la mirada con Neville. Bajó la voz hasta alcanzar un tono gélido cuando volvió a hablar. —Apártese.
La voz de Neville goteaba con un tono cortante, y sus palabras cortaban el aire como una navaja. —Te aconsejo que no te entrometas —advirtió con mirada penetrante—. Puede que el Sr. Mitchell esté cegado por sus emociones, pero yo veo la verdad. La Srta. Harper nunca ha dicho que seas su novio, solo sois conocidos. Ahora mismo solo está enfadada con el Sr. Mitchell, nada más. El Sr. Mitchell la calmará pronto. Si te entrometes, sufrirás consecuencias de las que te arrepentirás».
Thiago estaba preocupado por la seguridad de Brenna. Pero Neville era claramente formidable, y Thiago entendía que enzarzarse en una pelea con él no acabaría bien para él.
La voz de Thiago, baja y controlada, tenía un tono innegable de desafío cuando dijo: «No me quedaré de brazos cruzados mientras alguien con malas intenciones se lleva a Brenna».
Los dos comenzaron a pelear, negándose a ceder. Los golpes entrenados de Thiago se enfrentaron a la fuerza bruta de Neville, y sus movimientos se convirtieron en un borrón de tensión. Pero ninguno de los dos conseguía ganar ventaja.
Rosie, frustrada, se marchó enfadada, haciendo sonar sus tacones contra el suelo.
Mientras tanto, Harlan, que se curaba la mano herida cerca de allí, observaba cómo se desarrollaba la situación con creciente claridad. La fricción entre Brenna y Rosie era innegable. Los esfuerzos de Rosie por interponerse entre Ethan y Brenna, con la esperanza de crear una brecha, eran evidentes. Harlan sonrió, con la mente ya en marcha, y siguió a Rosie fuera del restaurante, intuyendo una oportunidad.
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