La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 231
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 231:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Luego dirigió su fría mirada a Ethan. «Si no tienes nada más que decir, vete. Deja de interrumpir nuestra comida», dijo.
En ese momento, otro coche se detuvo frente al restaurante. Harlan salió, todavía conmocionado por el impacto de ver a su padre ser llevado por los fiscales y empujado dentro de un coche de policía. Sin atreverse a entrar en el edificio de la empresa, se dirigió al restaurante.
En el momento en que sus ojos se posaron en Thiago, la furia se apoderó de él. Cruzó la sala a toda velocidad y agarró a Thiago por el cuello. «¿Fuiste tú? ¿Eres tú quien ha destruido mi familia?», gritó con ira.
Los ojos de Harlan se enrojecían de rabia mientras agarraba la camisa de Thiago. Lo sacudió violentamente, volcando toda su furia y dolor en el movimiento. No le importaba que le acabaran de operar los dedos. No le importaba si las heridas se le volvían a abrir. En ese momento, estaba dispuesto a caer luchando si eso significaba llevarse a Thiago con él.
«¿Odias tanto a la familia Moreno después de todo lo que hemos hecho por ti? Esta familia te crió, ¿y así nos lo pagas? ¡Bastardo desagradecido! ¡Te mataré a golpes por lo que le hiciste a papá!», gritó con voz ronca y quebrada.
Con eso, Harlan liberó una mano y la levantó para golpear a Thiago. Sin embargo, Thiago anticipó el movimiento. Antes de que Harlan pudiera asestar un golpe, el puño de Thiago le dio en la cara.
Harlan trastabilló hacia atrás, desequilibrado por el puñetazo. Se apoyó en el borde de la mesa, pero el impacto le provocó un dolor agudo en la mano herida. El dolor le golpeó con fuerza, dejándole pálido. Temía que los dedos que le habían reimplantado se hubieran vuelto a desgarrar. Esta vez, el daño podría ser irreparable.
Miró su mano, con el rostro contorsionado por el dolor. Luego miró a Thiago con furia en los ojos. —¿Solo estarás satisfecho cuando hayas destruido a toda nuestra familia? —espetó.
Señaló con el dedo hacia la puerta—. ¿Has visto eso? Se han llevado a papá. ¡La familia Moreno está acabada! ¿Te das cuenta de lo que has hecho? ¿Qué demonios crees que vas a conseguir con esto?
Thiago se arregló la ropa con movimientos tranquilos y deliberados. Luego, dio un paso adelante y respondió: —¿Quieres saber qué voy a conseguir con esto? ¿De verdad quieres saberlo? Justicia para mi madre. Cuando la mataste, sellaste tu destino. No te hagas el sorprendido ahora. Vosotros os lo habéis buscado. Todos os lo merecéis.
—¡Eso es una tontería! —gruñó Harlan, luchando por mantenerse en pie mientras la furia lo invadía. —Tu madre fue asesinada por mi madre. Si buscas venganza, ¡desquítatela con ella! ¿Por qué destruir a toda la familia Moreno? ¡Tu padre te crió, bastardo desagradecido! ¿De verdad crees que estás haciendo lo correcto?».
No podía entenderlo. Thiago había sido expulsado sin nada, sin riqueza, sin poder, y sin embargo, de alguna manera, había conseguido derribar a toda la familia Moreno.
Los ojos de Harlan se posaron en Brenna y todas las piezas encajaron. Señaló a Brenna con el dedo y escupió: —Es ella, ¿verdad? Ella te ayudó a arruinarnos. Es la hija de la familia Harper. Ahora lo veo claro. Vosotros dos habéis estado juntos desde el principio. Aquella noche en el Imperial Bar, ella te ayudó y tú la protegiste. ¡Habéis estado trabajando juntos todo este tiempo!».
.
.
.