La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 208
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Capítulo 208:
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Ernst se puso serio y respondió: «Hay más de tres mil propuestas. Rosie, no conoces muy bien este sector, quizá sea mejor que no participes». Lo que quería decir estaba claro: pensaba que era poco probable que tuviera éxito.
Aun así, ocultando su irritación con una sonrisa cortés, Rosie respondió: «Me he preparado a fondo para el concurso, Ernst. Tenemos un acuerdo con Brenna y pienso cumplirlo».
Ethan, con los ojos brillantes de curiosidad, preguntó: «¿En qué consiste ese acuerdo?».
Mientras observaba a Brenna, su expresión se endureció al recordar el duro trato que había recibido por parte de la familia Harper. Echó un vistazo a Ernst y Dalton y se dio cuenta de que los hermanos parecían visiblemente incómodos.
Con tono serio, dijo: «¿Qué está pasando? Necesito saberlo». La preocupación en sus ojos le dio fuerza y tranquilidad a Brenna, demostrándole que la apoyaba plenamente y aliviando sus preocupaciones.
Brenna le explicó brevemente la apuesta que habían hecho. Ethan frunció el ceño al comprender que Rosie y Ernst habían conspirado contra Brenna, que acababa de regresar a la familia Harper en un estado vulnerable, mientras el resto de la familia se quedaba de brazos cruzados.
Una nueva determinación de casarse con Brenna se agitó en su interior. Estaba ansioso por protegerla de más sufrimiento dentro de la familia Harper.
—Ya he entregado mi proyecto. Ahora solo queda esperar la decisión del jurado —dijo Brenna.
De repente, Ethan le agarró la mano y dijo: —Cásate conmigo ahora. Conmigo a tu lado, no tendrás que preocuparte por esta apuesta. Ganés o perdás, siempre tendrás un hogar conmigo.
Dalton se burló e intervino: —Ethan, Brenna me tiene a mí, su hermano mayor, para cuidar de ella. Acaba de volver con nuestra familia, no hay necesidad de que se precipite en el matrimonio.
Ignorando a Dalton, Ethan se volvió hacia Brenna y le preguntó: —¿Qué te parece?
Tomada por sorpresa, Brenna se sonrojó y trató de retirar la mano. —¿Quién ha dicho que aceptaría casarme contigo? —respondió.
La decepción y el dolor se reflejaron en el rostro de Ethan, pero no podía quitarse de la cabeza la sensación de que Brenna no tenía verdadera intención de rechazarlo. Su repentina propuesta, sobre todo delante de sus hermanos, podría haberla abrumado, lo que le reconfortó un poco.
Rosie sentía cómo la envidía hería en su interior mientras observaba a Ethan, con los labios apretados en silencio. Su mirada se fijó en las manos entrelazadas de Ethan y Brenna, esperando en silencio que pronto se separaran.
Ethan miró a Ernst con frialdad y le preguntó: —¿De verdad te parece bien que Brenna lo pierda todo? ¿Le quitarás el lugar que le corresponde en la familia Harper si pierde la apuesta?
Ernst, con el rostro cargado de remordimiento, abrió los brazos en señal de rendición. Aunque ahora reconocía las habilidades y el fuerte sentido de la justicia de Brenna, se sentía atrapado por el acuerdo definitivo. «El trato ya está hecho», dijo. «No hay nada que pueda hacer».
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