La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 195
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Capítulo 195:
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Brenna volvió la mirada hacia Ethan y soltó una risita antes de sumergirse en su teléfono para comprobar los últimos cambios en el mercado de valores, centrándose especialmente en los movimientos financieros de la familia Moreno.
Un breve vistazo reveló que no había cambios drásticos en el valor de las acciones, lo que llevó a Brenna a salir de la página y comenzar a difundir algunos datos cruciales que había recopilado en Internet.
Al observar su hábil manejo del teléfono, Ethan sintió una oleada de admiración. Le tomó suavemente la mano y le sugirió: «Déjame encargarme de estos pequeños detalles. Solo envíame la información y mi equipo se asegurará de que cause revuelo en Internet en un par de horas».
La seguridad de Ethan iluminó el rostro de Brenna. «¿En serio?», preguntó.
Ethan asintió con confianza y se dio una palmada en el pecho. «Confía en mí, yo me encargo», dijo.
Con una sonrisa, añadió: «Para nosotros es pan comido. Solo tienes que reenviarnos lo que tienes y mi equipo se coordinará con tus contactos para maximizar el impacto». Su verdadera intención era minimizar las posibilidades de que Brenna interactuara con Thiago.
Agradecida, Brenna le pasó la información a Ethan y le expresó su agradecimiento. «Gracias. Me gustaría invitarte a cenar para mostrarte mi gratitud», dijo.
Sintiéndose un poco desanimado, Ethan reflexionó sobre la naturaleza de su relación. Sin estar seguro de cómo funcionaban las parejas, pensaba que favores tan pequeños no requerían agradecimientos formales ni invitaciones a cenar.
«No seas tan formal. Como tu prometido, es natural que te ayude», dijo con sinceridad.
Brenna bajó la mirada. ¿Por qué seguía diciendo eso? Ella ya lo había dejado claro. Nunca había querido casarse con él; su aceptación había sido más para salvar las apariencias en público.
Cuando el camarero sirvió la comida que Ethan había pedido, Brenna se sorprendió gratamente al encontrar todos sus platos favoritos en la mesa. Conmovida por su detalle, se preguntó cómo conocía tan bien sus gustos.
Las palabras que había preparado para decirle de repente le parecieron demasiado duras. Reflexionó sobre el apoyo que Ethan le había brindado a lo largo del día y se dio cuenta de que rechazarlo de plano podría causarle un dolor innecesario. Quizás retrasar lo inevitable sería más amable.
Ethan no le había mostrado más que amabilidad y, dado que ella no tenía ninguna relación con nadie más, no parecía haber ningún inconveniente en dar un poco más de tiempo a su relación para ver adónde podía llevarles.
—Está bien, lo entiendo —dijo Brenna con elegancia, mientras servía un cóctel a Ethan.
Tras una pausa, añadió con sincero agradecimiento—: Sinceramente, hoy me habría sentido perdida sin tu intervención. Gracias por toda tu ayuda.
Ethan se sintió eufórico al mirar el anillo de compromiso que adornaba el dedo de Brenna. Su presencia le calentó el corazón, sugiriendo que ella había aceptado en silencio su propuesta.
—Ahora somos prácticamente familia. Siempre que estés en apuros, solo tienes que llamarme. Te ayudaré —le aseguró Ethan, sacando una tarjeta dorada de su chaqueta y ofreciéndosela a Brenna—. Úsala cuando quieras. No tiene límite de gasto.
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