La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 1481
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1481:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
El dueño del coche se quedó paralizado casi al instante. Evidentemente, esta mujer no era tan ingenua como él suponía.
Poco después, llegó la respuesta de Andrés.
«No caigas en la trampa. Está mintiendo. Ese modelo es barato, apenas vale más de treinta mil».
Sandra se volvió hacia el hombre con expresión gélida. «Mi novio dice que tu coche no vale mucho».
Lo miró con claro desdén, fijándose en que su ropa era sencilla y valía menos de mil.
Cerca de allí, el otro propietario del coche hablaba con el representante de la aseguradora sobre sus propios daños. Al principio, pensó en sacarle dinero a Sandra también, pero en cuanto la vio llamar a alguien para pedir ayuda, rápidamente desistió de la idea.
Puede que Sandra no estuviera familiarizada con los coches ni con los trámites tras un accidente, pero su elegante coche y su refinada apariencia dejaban claro que era rica y que no era un blanco fácil.
El hombre de mediana edad, al no conseguir lo que quería, se irritó visiblemente. Miró su teléfono y murmuró: «Ya son las nueve. Llego tarde al trabajo, así que tendrá que pagarme por el tiempo perdido. Tiene que darme veinte mil por eso». Como no podía extorsionarla con cien mil, ¿seguro que podría conseguir veinte mil?
En ese momento, Brenna se detuvo y Andrés también llegó.
«Sandra, ¿estás bien?», preguntó Andrés rápidamente, con preocupación en los ojos mientras la observaba. «No te has hecho daño, ¿verdad?».
Las palabras de Andrés le alegraron el corazón a Sandra. Lo miró y le dijo en voz baja: «¿No estabas en medio de una importante negociación comercial? No te preocupes. Puedo encargarme de esto yo sola».
Volviéndose hacia su hermana, añadió: «Brenna está aquí. Ella puede ayudarme a manejar todo. Deberías regresar para no perder tu oportunidad de negocios».
¿Ya leíste esto? Solo en ɴσνєℓα𝓼4ƒαɴ.ç𝓸𝗺 en cada capítulo
Andrés respondió con una sonrisa amable y tomó la mano de Sandra entre las suyas. —Tú eres lo más importante. El dinero puede esperar. Puedo volver a ganarlo. Déjame esto a mí. No tienes por qué estresarte.
Sandra se sintió llena de felicidad. —¡Siempre eres tan bueno conmigo!
Brenna puso los ojos en blanco ante su demostración de afecto y centró su atención en el coche. Ella misma lo había diseñado y no la defraudó. A pesar del fuerte choque que había sufrido, el coche estaba bien, sin ni siquiera un rasguño.
Terminó de hablar con los agentes de tránsito y luego concluyó su conversación con la compañía de seguros, dejando sus datos de contacto.
Brenna se volvió hacia los dos propietarios de los coches. «Esos dos coches de ahí delante son suyos, ¿verdad?».
El más joven de los dos asintió rápidamente, con actitud respetuosa. Por la forma en que Brenna se comportaba, se dio cuenta de que era diferente de la mujer rica de antes: era mucho más refinada.
.
.
.