La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 139
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 139:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Ethan, que había escuchado la conversación, reflexionó en silencio. ¿De verdad le gustaba a Brenna vivir en el campo?
Quizás debería considerar construir una mansión junto a la de Luther para que Brenna la utilizara como refugio.
Durante todo el viaje a casa, Rosie sintió un nudo inquietante en el estómago. La atormentaba el miedo de que Luther y Tessa la confrontaran, acusándola de ser dura y de volverse contra su prima.
Cada segundo del trayecto, la ansiedad la atenazaba, pero, para su sorpresa, ninguno de los dos dijo una palabra sobre lo que había pasado. Parecía que no se habían dado cuenta de nada y, con eso, Rosie se permitió un breve momento de alivio.
Al entrar en la casa, Rosie encontró consuelo en el hecho de que los miembros de la familia Harper se habían marchado de la finca, y esperaba que el asunto hubiera quedado zanjado.
Pero el ambiente cambió cuando Luther y Tessa entraron en la sala de estar. Ordenaron a los sirvientes que recogieran antes de sentarse en el sofá, con expresión severa. Sus miradas agudas e inquebrantables se clavaron en Rosie, haciéndola sentirse incómoda bajo su intenso escrutinio.
Tessa rompió el silencio primero, con voz firme: —Rosie, necesitamos la verdad. Ese día, delante de toda la familia, cogiste unos mechones de pelo de Brenna y los enviaste al centro de análisis de ADN. Dinos la verdad: ¿manipulaste las muestras?
Shepard, Giselle, Ernst y Dalton estaban sentados en el sofá contiguo, con el rostro frío mientras observaban. Ninguno mostró intención de defender a Rosie; su silencio lo decía todo.
Brenna se sentó junto a Tessa, con las manos descansando suavemente sobre las de su abuela. La voz de Tessa, llena de tranquila autoridad, era suave cuando intentó consolar a Brenna. «Brenna, no tengas miedo. En esta familia, sabemos lo importante que es distinguir el bien del mal. Quien comete un error debe afrontar las consecuencias, sin excepciones».
Una oleada de calor invadió a Brenna al oír sus palabras. Tessa, aunque no era de las que expresaban a menudo sus emociones ni compartían conversaciones íntimas, siempre había hecho que Brenna se sintiera segura, sin juzgarla nunca y proporcionándole siempre una sensación de apoyo silencioso. Brenna siempre se sentía a gusto con ella a su lado.
Brenna asintió y dijo: —Confío en ti, abuela. Sé que me defenderás.
Tessa acarició suavemente el cabello de Brenna con la mano, con los ojos llenos de ternura. —Eres una joven muy considerada. Aunque Rosie te ha hecho daño, nunca te has quejado. Siempre has tenido en cuenta sus circunstancias, que creció sin padres, y no se lo has echado en cara. Te han hecho daño, pero has sabido mantener la dignidad.
El corazón de Rosie se llenó de amargura y sus ojos se llenaron de lágrimas. Tessa siempre había sido su mayor apoyo, pero ahora parecía que ese apoyo se había desplazado hacia Brenna.
El corazón de Rosie se llenó de amargura y sus ojos se llenaron de lágrimas al instante. Tessa siempre había sido su mayor apoyo, pero ahora parecía que ese apoyo se había desplazado hacia Brenna. Su corazón se encogió con la repentina y dolorosa sensación de abandono.
.
.
.