La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 1215
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1215:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Brenna se dio cuenta de que esto era más grave de lo que pensaba. «Si sigues dudando de mí, ¿qué más puedo hacer? ¿Debería demostrarlo compartiendo esas fotos con todo el mundo en Shirie?».
«¡No te atrevas!», espetó Gracie, enfurecida. Ya había declarado que tenía pruebas, y la negación rotunda de Brenna la enfureció.
De repente, perdió el equilibrio. Un grito se le escapó de la garganta mientras caía. Ethan no pudo hacer nada más que lanzarse hacia adelante. Sin embargo, era demasiado tarde para impedir que cayera.
El grito de Gracie atravesó la noche mientras caía en picado, mientras todos a su alrededor se quedaban paralizados.
Abajo, los agentes se apresuraron a recolocar el airbag, con la mirada fija en su rápido descenso.
Con un ruido sordo ensordecedor, Gracie aterrizó sobre el airbag, rebotando más de una vez antes de quedarse finalmente inmóvil. Rápidamente perdió el conocimiento por el impacto.
El corazón de Ethan se aceleró por el miedo. Durante un horrible instante, pensó que acababa de ver morir a Gracie.
El corazón de Brenna dio un vuelco cuando unos gritos frenéticos resonaron en su teléfono. «¿Qué está pasando?», preguntó.
La voz de Ethan crepitaba con urgencia. «Gracie acaba de intentar quitarse la vida saltando del edificio. ¡Tengo que ir a ver cómo está ahora mismo!». Sin esperar respuesta, bajó corriendo las escaleras, con la policía pisándole los talones y el teléfono aún pegado a la oreja.
Brenna se quedó al teléfono, deseando saber si Gracie había sobrevivido.
Cuando Ethan salió corriendo, los paramédicos ya estaban agachados junto a Gracie, revisándola rápidamente.
Ethan se abrió paso a codazos y se volvió hacia el médico más cercano, con el pánico tiñendo su voz. «¿Está bien?». El miedo se apoderó de él. Si Gracie no sobrevivía, la culpa podría recaer sobre Brenna, manchando su reputación para siempre.
Más novelas en ɴσνєʟα𝓼4ƒαɴ.ç𝓸𝗺
«Está inconsciente, pero sus signos vitales parecen buenos. La llevaremos al hospital para hacerle un chequeo completo», dijo el médico, imperturbable ante el caos.
Ethan sintió un gran alivio. «Gracias a Dios. Llevémosla al hospital inmediatamente». En cuanto escuchó esas palabras, Brenna colgó, con la mente llena de preguntas sobre el acto desesperado de Gracie. «¿De verdad quería acabar con su vida?». Aun así, eso no tenía nada que ver con ella. Ella no había hecho nada malo.
Necesitada de una distracción, Brenna se sumergió en su mundo habitual, buscando trabajos freelance como hacker en los rincones oscuros de la dark web.
No tardó mucho en encontrar una oferta tentadora: una cuantiosa recompensa a cambio de romper el firewall de una empresa.
No había detalles sobre la empresa, ni ninguna pista sobre el motivo detrás del trabajo.
A pesar de haber sido publicada hacía solo dos horas, la oferta ya había atraído a más de un centenar de candidatos, entre los que se encontraban algunos de los nombres más importantes del mundo de la piratería informática.
Brenna decidió esperar y observar. La tarea debía de ser difícil; si fuera fácil, la recompensa no sería tan alta. Ella solo aceptaba retos que otros no podían afrontar.
A la mañana siguiente, Brenna acababa de entrar en el edificio de la empresa cuando Alec se acercó apresuradamente, con expresión tensa. «No entres en tu oficina, Brenna. La policía te está esperando allí».
.
.
.