La heredera fantasma: renacer en la sombra - Capítulo 1174
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1174:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Gia aceptó el dinero con gratitud; creía que eran al menos diez mil. Sus ojos se iluminaron con auténtica alegría. Esa generosidad era típica de la gente rica y la motivaba a cuidar aún mejor de Joann.
Dijo: «Gracias. Cuidaré muy bien de su abuela. Antes, cuando Ruby montó el escándalo, intervine con firmeza para defender a su abuela».
Brenna le dedicó a Gia una cálida sonrisa, agradecida por su actuación. —Gracias. Si Ruby o cualquier otra persona intenta algo, sigue apoyando a Joann. Yo te respaldaré si surge algún problema.
—¡Brenna! —En ese momento, Bess la llamó corriendo—. Te vi ir al hospital antes y te seguí. ¡Me alegro mucho de haberte alcanzado!
Al ver esto, Gia se excusó con tacto. —Tengo que volver a la habitación del hospital.
—¿Está mejor Belen?
—Está bien, aunque está ansiosa por salir del hospital —Bess se rió—. Oye, Brenna, ¿podría conocer a Dalton hoy?
Bess se llenó de alegría, casi saltando de entusiasmo. —Entonces, ¿puedo ir contigo a tu casa para verlo?
—Después de una pausa, añadió rápidamente—: Solo quiero charlar con él, nada intrusivo, ¡lo prometo!
A Brenna le costaba ver el atractivo que Dalton ejercía sobre los demás. Acostumbrada a verlo a diario, sentía que su encanto o su aura de celebridad ya no la impresionaban. Para ella, era una persona normal y corriente.
—Por supuesto —respondió Brenna—. De todos modos voy a casa. Puedes venir si quieres.
Sentía debilidad por Bess, que siempre había sido amable y la había apoyado, a diferencia de Elsa. Cuando surgían conflictos con Elsa, Bess solía ponerse de su parte, lo que la hacía más propensa a conceder pequeños favores como este.
Encuentra más en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.ç0𝓂 disponible 24/7
—¡Perfecto! Voy a coger mi bolso rápidamente —dijo Bess, conduciendo a Brenna hacia el ascensor—. Oh, mi abuela te echa de menos. ¿Quieres pasar por su habitación del hospital antes de irnos?
—Por supuesto, hace varios días que no veo a Belén. Vamos —dijo Brenna.
Cuando Brenna entró en la habitación del hospital, vio a Elsa y Gracie charlando alegremente con Belén. Al ver a Brenna, el rostro de Belén se iluminó con una sonrisa.
Mientras tanto, las sonrisas de Elsa y Gracie desaparecieron.
—¿Qué haces aquí? —le dijo Elsa a Brenna con evidente irritación.
Una mirada severa de Belén hizo callar a Elsa de inmediato. —Contén tu lengua y compórtate —la regañó desde la cama.
Sin inmutarse por la tensión, Brenna se acercó a la cama con una cálida sonrisa. «Te ves bien, Belén».
Ver a Brenna alegró el ánimo de Belén. «No tengo quejas. Tengo buen apetito y duermo toda la noche. Lo único que quiero ahora es verlos a ti y a Ethan casarse. Ethan no deja de hablar de ti, ¿sabes?
Es raro en él, suele ser muy reservado, pero está claro que lo has conquistado. Te quiere de verdad».
Poniendo los ojos en blanco ante las palabras de su madre, Elsa se interpuso entre ellas, bloqueando la vista de Brenna a Belén y tratando de interrumpir su conversación.
Una sombra de enfado cruzó el rostro de Belén. «Apártate, Elsa. Quiero hablar con Brenna», dijo.
.
.
.