La exesposa muda del multimillonario - Capítulo 1544
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Capítulo 1544:
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Pero Linsey se guardó sus observaciones para sí misma. Al fin y al cabo, Caitlin había sido demasiado cruel. Fuera lo que fuera lo que viniera después, se lo había buscado ella misma.
Mientras tanto, Caitlin se quedó junto a la ventana que iba del suelo al techo, apretando los dedos contra el cristal mientras veía alejarse a Kallie y Jake. Una extraña sensación se apoderó de ella, no era alivio ni satisfacción, sino algo más parecido a la inquietud. ¿Kallie se lo echaría en cara? Por supuesto que sí. Un escalofrío le recorrió la espalda al pensarlo.
Entonces, antes de que pudiera evitarlo, surgió una idea más oscura: si esos matones hubieran hecho bien su trabajo, ella no se sentiría así. El pensamiento la golpeó tan rápido, tan natural, que la sobresaltó. ¿Por qué pensaría eso?
Pero el pensamiento era demasiado poderoso como para ignorarlo. Atormentaba a Caitlin, negándose a ser reprimido. Una parte de ella, una parte que apenas reconocía, le susurraba que tal vez debería haber ayudado a esos matones. Tal vez debería haberse asegurado de que tuvieran éxito.
Al principio, lo único que Caitlin quería era poner a prueba a Clayton, ver si aún sentía algo por Kallie. Pero cuando llegó el momento, cuando vio a Kallie en peligro, tomó una decisión. Se quedó atrás y observó. No por miedo. No por incertidumbre. Sino por resentimiento. Había visto la brutalidad en los ojos de esos matones y sabía exactamente lo que pasaría si Kallie y Linsey caían en sus manos.
Y, sin embargo, un pensamiento intrusivo y retorcido había cruzado la mente de Caitlin. Si Kallie fuera violada, ya no sería la persona a la que Caitlin siempre había admirado. La envidia que le carcomía el corazón por fin se calmaría.
Pero no había sido más que una ilusión. Caitlin se miró en el reflejo del cristal que iba del suelo al techo y, por primera vez, se vio realmente a sí misma. La silenciosa malicia que se escondía bajo su apariencia serena.
Apenas tuvo tiempo de procesarlo antes de que unos fuertes brazos la rodearan por detrás.
—¿En qué piensas? —La voz de Clayton era suave, teñida de aparente afecto, y su calor presionaba contra su espalda—. ¿Descansamos un poco más? Han sido unos días agotadores.
Caitlin se volvió para mirarlo, con las emociones enredadas en un nudo confuso. Antes de que pudiera detenerse, las palabras se le escaparon. —Pareces de buen humor. ¿Es por Kallie? ¿Porque no le han hecho daño? ¿Porque la han rescatado? ¿Estás contento por eso?
El cuerpo de Clayton se tensó y su abrazo se aflojó por un instante. El silencio se extendió entre ellos.
Y en ese silencio, Caitlin sintió una punzada de arrepentimiento. Pero no pudo retirar las palabras. Porque por mucho que intentara negarlo, ese sentimiento no desaparecía.
El agarre de la mano de Caitlin se aflojó de repente. Una ola de miedo la invadió, apretándole el pecho, pero se mantuvo firme, mordiéndose el labio inferior. Su mirada permaneció fija en el reflejo de Clayton en el cristal, obstinada, inquisitiva, insegura.
Un pesado silencio se extendió entre ellos antes de que Clayton finalmente hablara, con la voz teñida de algo inexpresable, algo casi herido. «¿De verdad es así como me ves? ¿No puedes confiar en mí en absoluto?».
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