La exesposa muda del multimillonario - Capítulo 1543
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1543:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Linsey, que había recuperado la compostura pero aún hería por dentro, apretó los puños, ansiosa por enfrentarse a Caitlin. Su voz estaba tensa por la furia. —¿Por qué Caitlin finge que no ha pasado nada? Nos vio, sin duda nos vio, y aun así no intervino. ¿Por qué? ¿Qué clase de persona hace eso?». Su voz se agudizó, teñida de incredulidad. «¿No la has tratado siempre bien? ¿Y así es como te lo agradece? Es una desagradecida. Y ni me hagas hablar de Clayton… ¿Por qué está con él?».
Kallie negó con la cabeza, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para explicar el complicado lío en el que estaba metida Caitlin. En lugar de eso, exhaló lentamente y dijo simplemente: —No te alteres tanto. Hay más de lo que vemos. —Luego, una sonrisa fría, casi divertida, se dibujó en sus labios—. En cuanto a Caitlin… He terminado. No quiero volver a preocuparme por ella.
Esta vez, Kallie lo decía en serio. No más justificaciones, no más segundas oportunidades.
Incluso si se trataba de un malentendido por parte de Caitlin, ella debería haber conocido mejor a Kallie. Debería haber sabido que Kallie nunca haría lo que los demás la acusaban de hacer. Pero, en cambio, Caitlin había creído lo peor, sin cuestionar nada, sin dudar.
En ese momento, Kallie se dio cuenta de la verdad: nunca había entendido realmente a Caitlin. Quizás nunca habían estado destinadas a convivir en paz, especialmente ahora, con Caitlin al lado de Clayton.
Lo que inquietaba a Kallie no era solo la indiferencia de Caitlin. Era algo más, algo más oscuro. Una animosidad silenciosa pero inconfundible acechaba bajo la mirada de Caitlin. No tenía sentido.
O tal vez sí. Quizás Caitlin siempre le había guardado rencor y Kallie había estado demasiado ciega para darse cuenta.
Antes de que Kallie pudiera darle más vueltas, el director del hotel se acercó con aire cauteloso, casi apologético. —Señor Reeves, señora Reeves, ¿les busco otra habitación? No se preocupen por el coste, lo pago yo como compensación. Lamento sinceramente lo ocurrido hoy.
Kallie se encontró con su mirada nerviosa y negó con la cabeza, con voz tranquila pero distante. —No. Hay gente aquí a la que no deseo ver y no tengo ningún interés en quedarme. Encontraré otro sitio.
Le dirigió una mirada fugaz, sin rastro de amargura en el tono, solo firmeza y determinación. —No tiene que andarse con rodeos. Sé que lo de hoy no ha sido culpa suya. Es solo mi decisión.
La expresión de Jake se ensombreció, su renuencia era evidente. —¿Vas a dejar que Caitlin se salga con la suya tan fácilmente?
Kallie lo miró a los ojos, con voz firme e imperturbable. —No. Es solo que no veo sentido en perder el tiempo con ella. —Exhaló lentamente antes de añadir—: Ella no me ha puesto en esta situación, solo ha vuelto a ponerse en el bando contrario. Yo no voy a ser tan indulgente.
Jake la estudió, fijándose en su comportamiento sereno, el ligero desorden de su ropa y el cansancio que se reflejaba en sus rasgos. Apretó los puños por un momento, pero al ver la tranquila determinación en sus ojos, exhaló un suspiro y no dijo nada más.
Sin embargo, Linsey, que observaba desde un lado, notó un breve destello de ira pura y gélida en los ojos de Jake. Una ira fría y calculadora se escondía bajo su aparente calma.
Jake quería mucho a Kallie. Demasiado como para dejarlo pasar. Linsey no lo dudaba ni por un segundo: él haría algo. Ya fuera ahora o más tarde, Caitlin tendría que pagar por ello.
.
.
.