La exesposa muda del multimillonario - Capítulo 1537
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Capítulo 1537:
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Las puertas del coche se abrieron y aparecieron Clayton y Caitlin.
El gerente del hotel y un grupo de bienvenida salieron corriendo a recibirlos.
En ese instante, Linsey y Kallie se dieron cuenta con el corazón encogido de que Clayton y Caitlin eran quienes habían reservado todo el hotel.
Los ojos de Linsey brillaron con determinación mientras luchaba violentamente. Los hombres que la sujetaban fueron tomados por sorpresa.
Aprovechando el momento, Linsey mordió la mano de uno de los hombres. Este gritó de dolor y la soltó.
Con su nueva libertad, Linsey gritó: «¡Caitlin! ¡Caitlin, somos Kallie y yo! ¡Ayúdanos, por favor!».
Al oír el alboroto, el corazón de Kallie se aceleró por la preocupación por Linsey. Era consciente de que la audaz maniobra de Linsey podría provocar aún más a los hombres.
Como era de esperar, uno de ellos levantó rápidamente la mano y abofeteó a Linsey con toda su fuerza.
Incluso dentro del coche, Kallie pudo darse cuenta de que había sido una bofetada brutal.
A pesar del dolor, Linsey siguió gritando el nombre de Caitlin.
Kallie, sintiendo una mezcla de desesperación y esperanza, cerró los ojos con cansancio. Dudaba que Caitlin fuera a intervenir. Aun así, se aferró a una pequeña chispa de esperanza.
Sin embargo, el silencio exterior hizo que esa esperanza se desvaneciera rápidamente, como si nunca hubiera existido.
Pronto, Linsey fue obligada a entrar en el coche. Estaba desaliñada, con el rostro hinchado, pero sus ojos seguían brillando con determinación.
En su estado maltrecho, Linsey le dirigió a Kallie una mirada tranquilizadora, como diciendo: «No te preocupes, ya he pedido ayuda. Pronto estaremos bien».
Kallie no se atrevía a contarle a Linsey la cruda realidad. Sentía que era en parte culpa suya. Creyendo que sus problemas con Caitlin eran asuntos familiares internos, había decidido no revelar las acciones de Caitlin. Por lo tanto, aparte de su familia más cercana, había guardado silencio sobre la situación. Solo había mencionado que Caitlin había estado muy ocupada y que no habían estado en contacto tan a menudo.
Como resultado, Linsey seguía creyendo que Caitlin y Kallie mantenían una estrecha relación familiar.
Sin embargo, mientras el coche se preparaba para partir, Caitlin permaneció inmóvil, sin dar señales de movimiento.
Esta imagen provocó una oleada de ansiedad en Linsey. Se volvió hacia Kallie, con expresión de confusión, preguntándose si Caitlin no había oído sus gritos de ayuda.
Pero, tras pensarlo mejor, Linsey descartó esa posibilidad. Recordaba claramente haber visto a Caitlin detenerse y mirar en su dirección cuando la llamó por primera vez. Esto confirmaba que Caitlin la había oído.
Linsey estaba desconcertada por la falta de respuesta de Caitlin. Solo podía llegar a una dolorosa conclusión: a Caitlin simplemente no le importaba lo que pudiera pasarles.
A Linsey le costaba aceptar que Caitlin pudiera ser tan indiferente. Sin embargo, no era el momento de detenerse en esos sentimientos.
Mientras tanto, Caitlin seguía de pie al borde de la carretera, mirando la furgoneta negra. Su expresión era indescifrable, pero tenía las manos fuertemente apretadas. Había oído la voz de Linsey y la había reconocido.
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