La exesposa muda del multimillonario - Capítulo 1513
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Capítulo 1513:
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Aun así, les llegaron fragmentos de los rumores.
—He oído que alguien está enfrentándose a la amante de su novio.
—¡No puede ser! ¿Esa chica está saliendo con el novio de otra? Parece tan dulce.
«Por eso es peligrosa. Se ha metido con alguien poderoso. Quedémonos a ver qué pasa. Si se sale de control, llamamos a la policía».
Al oír esto, Kallie se sintió aún menos inclinada a quedarse a mirar. No le interesaban los líos familiares de los demás. Pero Caitlin interpretó su rápida partida de otra manera.
Caitlin finalmente se liberó del férreo agarre de Beth y sintió un torbellino de emociones al mirar a Beth: sorpresa, preocupación y, sobre todo, una humillación aplastante. Se le encogió el pecho por la emoción, lo que le hizo casi imposible mantenerse firme bajo la furiosa mirada de Beth. Solo quería que se abriera el suelo y la tragara.
Una vez que el mayordomo finalizó la compra de la casa, Beth no perdió tiempo en mudarse. Pero no esperaba encontrarse con un fantasma de su pasado nada más llegar: Caitlin.
La visión de Caitlin provocó un fuerte escalofrío en la espalda de Beth. ¿Qué hacía Caitlin aquí, precisamente? Dada la situación económica de Caitlin, era imposible que pudiera permitirse una casa en ese barrio. Y lo que era peor, Clayton vivía cerca. ¿Podía ser realmente una coincidencia?
A Beth le costaba no darle vueltas al asunto. La coincidencia era demasiado conveniente. Se interpuso entre Caitlin y ella, cortándole el paso, y le exigió saber dónde había estado últimamente.
Caitlin intentó esquivarla, dando respuestas vagas, pero Beth no aceptó evasivas como respuesta. La frustración se desbordó y Beth le dio una bofetada a Caitlin en toda la cara.
Las dos comenzaron a discutir. Se formó un grupo de gente, y los susurros y las miradas tejieron una red a su alrededor. Beth alzó la voz, aguda y cortante, y acusó a Caitlin de lo peor que se le podía acusar: ser una mujer desvergonzada que había puesto sus ojos en su prometido.
Caitlin giró la cabeza hacia un lado por el dolor del golpe, pero lo que más le dolió fue el momento en que su mirada se cruzó con la de Kallie en la distancia. En ese momento, Kallie estaba de pie al borde de la escena, con el rostro impasible. Entonces, sin decir una palabra, se dio la vuelta y se alejó con Elma.
Caitlin soltó una risa amarga y silenciosa. ¿No le había ofrecido Kallie su ayuda una vez? Vaya preocupación.
Beth apretó con fuerza la muñeca de Caitlin, tirando de ella para traerla de vuelta al presente. —¡No he terminado contigo! —espetó, levantando la mano para darle otra bofetada.
Esta vez, el impacto casi hizo caer a Caitlin de rodillas. Su visión se nubló y le zumbaron los oídos, pero a medida que el dolor se calmaba, también lo hacía otra cosa: el resentimiento. Exhaló bruscamente y endureció la mirada. —No paras de acusarme de seducir a Clayton. Demuéstrame que es verdad. Si no tienes pruebas, ¿cómo puedes estar aquí gritando como una loca?
Beth se estremeció, y una pizca de vacilación brilló en sus ojos. Porque no tenía nada.
La verdad era que Caitlin y Clayton habían tenido relaciones sexuales, pero Beth no tenía ninguna prueba. Si Beth tuviera pruebas, Caitlin sabía que esto no sería solo un espectáculo público. Sería mucho, mucho peor.
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