La exesposa muda del multimillonario - Capítulo 1454
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Capítulo 1454:
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Jeanette trató de contener las lágrimas, pero siguieron cayendo por su rostro. Una oleada de emociones contradictorias la abrumaba: gratitud, inquietud y miedo. Cuanta más amabilidad recibía de Kallie y Jake, más temía la posibilidad de que Lacey la odiara.
Kallie, ajena a la agitación interior de Jeanette, atribuyó su sombrío estado de ánimo a sus ansiedades por la escuela. Le dio una palmadita tranquilizadora en la cabeza. «No te preocupes por nada de esto», le dijo con una cálida sonrisa. «Te diré una cosa. Vuelve a Avalon conmigo. Te meteré en la escuela de Elma. Es uno de los mejores de la ciudad, con profesores y recursos increíbles. Allí recibirás una educación fantástica».
La expresión de Kallie se volvió seria. «Sinceramente, esto es culpa mía», dijo, con la voz cargada de autorreproche. «Me he ganado algunos enemigos y me preocupa que, si te dejo aquí, intenten hacerte daño».
Al principio, Kallie había creído que su conflicto con la familia real era un asunto privado, limitado a ella misma y a los directamente implicados.
Pero después de presenciar el vengativo ataque de Lisa a Jeanette en el hospital, la preocupación de Kallie había aumentado. Temía por la seguridad de Jeanette cuando saliera del país.
Aunque Kallie había oído hablar de los conflictos internos de la familia real, no conocía todos los detalles ni a los implicados. No deseaba verse envuelta en sus turbias luchas de poder. No era de las que empezaban una pelea, pero no dudaría en defenderse a sí misma y a los que le importaban.
Lisa era otra clase de enemiga. Era despiadada e impredecible, dispuesta a rebajarse a lo más bajo para conseguir lo que quería. Y todo por culpa de la admiradora no deseada de Jake. Ese pensamiento irritó a Kallie. Una oleada de fastidio la invadió. Suspiró para sus adentros, enmascarando su frustración con una fachada de calma. No cargaría a Jeanette con sus preocupaciones.
Jeanette, por su parte, se sintió conmovida por la amabilidad y la preocupación de Kallie. «Oh, Kallie, no tienes que hacer eso», protestó, sacudiendo la cabeza. «No quiero ser una carga. No deberías desvivirte por conseguirme una escuela. He tenido una buena educación estos últimos años, y estoy feliz de continuar mis estudios en cualquier parte.»
Kallie sonrió y pellizcó suavemente la mejilla de Jeanette. Cariño, no se trata de darte una ventaja injusta. Tus notas son excelentes. De todas formas, entrarías en ese colegio por méritos propios. Además, Elma habla de ti todo el tiempo. Sería maravilloso para ella tener una amiga en el colegio».
El corazón de Jeanette se hinchó de gratitud. Le faltaban las palabras.
Después de tranquilizar a Jeanette y resolver sus dudas, Kallie miró el reloj y se dio cuenta de que iba con retraso. Dejó que Jeanette descansara y se apresuró a ir a la empresa, donde el personal había preparado todo para la reunión de la tarde.
Mientras Kallie se dirigía a la sala de conferencias, preguntó a la ayudante de Jake: «¿Dónde está Jake? ¿Sigue dormido?»
Al reconocer a Kallie, el ayudante de Jake contestó con puntual respeto: «El señor Reeves está despierto. Ha preguntado por ti al despertarse, pero al entender que estabas ocupada, se abstuvo de interrumpirte. Un proyecto requería su atención inmediata, y en estos momentos está con su equipo abordándolo».
Kallie se limitó a asentir, prefiriendo no insistir en más detalles. La realidad era que Jake había intentado ponerse en contacto con Kallie con numerosos mensajes y llamadas esta mañana.
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